Entre las miles de obras de arte que poseyó el siempre recordado Convento de San Francisco de Valladolid se encuentra una muy peculiar. Se trata de un pequeño óleo sobre tabla (64 x 80 cms.) que representa la Bajada de Jesús al limbo (entre 1520 y 1575) y que se atribuye a un seguidor de Hieronymus Bosch (El Bosco).
El pasaje de “la bajada al limbo” cobró
auge entre los siglos XIII y XIV, cuando la presión de la devoción popular
sobre la cultura es más viva. Así, la Leyenda Dorada de
Santiago de la Vorágine recoge en 1260 un sermón de San Agustín que parece
inspirar esta pintura: “Cuando Cristo llegó a
los últimos confines de las tinieblas como espléndido y terrible conquistador,
las impías e infernales legiones poseías de espanto, comenzaron a cavilar
preguntándose: ¿De dónde procede este visitante tan poderoso, tan
resplandeciente, tan noble y tan temible? ¿Quién es éste que, con tanta
arrogancia, ha entrado en nuestros dominios y se mueve por ellos, no ya sin
mostrar miedo a nuestros suplicios, sino atreviéndose incluso a soltar las
ligaduras de los que aquí tenemos cautivos”.
La tabla, conservada en el Museo
Nacional de Escultura, al cual llegaría del Convento de San Francisco tras la Desamortización,
manifiesta una evidente influencia bosquiana. Y precisamente si algo
caracteriza la obra de El Bosco es el cortejo de marginados que pueblan sus
escenarios: mendigos, criminales, tullidos, mutilados, prostitutas,
sepultureros, limpiadores de letrinas, estudiantes errantes, locos, brujas,
salvajes, judíos, moriscos, labriegos, prisioneros, leprosos, apestados,
bastardos e indefensos en general, como niños, viejos y viudas. Todo un
“muestrario de la exclusión” que inspiraba terror y fascinación en su época,
por cuanto se apartaba del orden establecido por Dios.
Se sabe que en Flandes surgieron
artistas que prosiguieron la estela del Bosco, como Jan Mandyn y su alumno
Gillis Mostaert, de quienes se conservan versiones similares a ésta, por
ejemplo, en el Museo Nacional de San Carlos de México, en el Worcester
Art Museum, o en la Kunsthalle de Hamburgo. Hay que añadir además la aparición
de otras dos tablas atribuidas al círculo de Mandyn, recientemente subastadas
en Inglaterra.
MANDYN, Jan: Bajada de Cristo al Limbo |
MANDYN, Jan: Bajada de Cristo al Limbo |
MOSTAERT, Gillis: Bajada de Cristo al Limbo. |
Todas ellas –como la documentada por
Elisa Bermejo en una colección particular de Rueda (Valladolid)–, serían copias
de una obra original del Bosco, situada por Jan Karel Steppe en el círculo de
Juan Manuel, personaje relacionado con Felipe el Hermoso. Sin embargo, no hay
rastro ni de aquella ni de la inventariada entre las obras entregadas por
Felipe II al Monasterio de El Escorial, la cual se citaba como “una Baxada de Christo
Nuestro Señor al Limbo, de mano de Gerónimo Bosqui”.
Copia de El Bosco (Colección particular, Rueda). Bajada de Cristo al Limbo |
BIBLIOGRAFÍA
- ALARIO TRIGUEROS, Teresa (comisaria): Figuras de la exclusión, Museo Nacional de Escultura y Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2011.
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