Páginas

viernes, 2 de agosto de 2013

"GEACHE": El caricaturista vallisoletano Gregorio Hortelano



Hoy vamos a hablar de un caricaturista, y por lo tanto de humor, así que esta entrada se la quiero dedicar a todos los que estáis bajos de ánimo, en especial a una persona que me toca más de cerca. El dibujo humorístico posee en España una larga tradición. Desde los días de Goya y Alenza los artistas españoles han tratado temas de humor para fustigar las costumbres, por socarronería, mordacidad o inocente entretenimiento. La prensa ha sido siempre el mejor vehículo para la difusión de sus obras bien como historietas, monos, chistes o caricaturas.
El fenómeno de la caricatura responde también a esta eclosión de artistas puestos al servicio de la sociedad para hacerla sonreír con sus agudezas de estilo, y sus cualidades de grandes dibujantes quedan patentizadas por su versatilidad, inspiración y originalidad.
Gregorio Hortelano Martínez nació en Valladolid el 17 de febrero de 1893. Sus padres, Gregorio y Emilia, que vivían en la calle Platerías, se habían establecido en la capital montando un negocio de ferretería en la calle de Miguel Iscar. Los que lo conocieron dijeron que poseía un carácter bondadoso y afable, tuvo un temperamento lleno de simpatía y, en definitiva, que era un hombre bueno y sencillo que no concebía ser enemigo de nadie.
Gregorio Hortelano "Geache"
"Geache". Autorretrato
"Geache" visto por el caricaturista Ares
"Geache" visto por el caricaturista J. Camacho
Desde muy joven sintió una predilección por el dibujo, debido a lo cual sus padres decidieron matricularle en 1906 en la Academia que dirigía el dibujante Ricardo Huerta ayudado por el pintor cubano Gabriel Osmundo Gómez, instalada en una vivienda de la calle del Duque de la Victoria. Los dichos profesores viendo las capacidades del joven le debieron aconsejar que ingresara en la Escuela local de Bellas Artes, matriculándose con su hermano José en el año 1911. En ella recibió enseñanzas del pintor Luciano Sánchez Santarén y del escultor Ramón Núñez; sin embargo su estancia en este centro duró poco tiempo, hasta el curso académico 1913-1914, ya que el negocio familiar requería su presencia.
“Geache” no sintió necesidad de expresar su vocación artística sobre el lienzo ni tampoco con barro o yeso; su única preocupación fue el dibujo, no tanto desde el punto de vista formal o académico, sino como vehículo para transmitir su visión de la existencia diaria o reflexionar sobre la fisionomía de las personas que trataba o conocía.
El rey Alfonso XIII
El pintor Anselmo Miguel Nieto
El pintor Aurelio García Lesmes
El arzobispo D. Remigio Gandásegui
El empresario Pagés
Se poseen dibujos firmados por él desde el año 1917 y en ellos ya se aprecia su decidida vocación de humorista, como dibujante de caricaturas y de socarronas e inocentes historias que a veces colorea con lápiz o acuarela, experimentando con “collages”. Entonces dibujaba por pura diversión, animado probablemente por quienes conocían su facilidad con el lápiz, evitando provocar el recelo familiar que tal vez habría surgido de haberse inclinado más definitivamente por el arte abandonando el trabajo en el comercio.
En 1919 contrajo matrimonio con Amparo Grande con quien tuvo cuatro hijas. Años después pudo independizarse económicamente al establecerse por su cuenta, primero en un local de la calle de Labradores y posteriormente en otro de la calle del Duque de la Victoria, casi frente por frente de la sede del periódico local El Norte de Castilla.
En el mes de abril de 1924 celebró su primera y última exposición pública. En el “foyer” del Teatro Calderón presentó 45 caricaturas, “curvos espejos de buena parte de la gente conocida. Muchachos y muchachas, convecinos y amigos, comediantes y personajes populares” que fueron juzgadas por el crítico Fernando De´Lapi como acertadas, “logrando casi siempre el justo parecido y la intención más sutil” y acreditando “algunas de esas obras delicadezas de dibujo, elegancias de estilización y primores de gracia”. El único reparo que encontró el periodista consistía en cierto parecido con las del madrileño Manuel Tovar (1875-1975), asiduo colaborador del popular Madrid cómico, alabándole en cambio su temperamento y su visión humorística.
El pianista Alexander Uninsky
Francisco de Cossío
"Fray Gafitas" (se trata del pintor José Gómez Sans, hijo de Gabriel Osmundo Gómez)
Jacinto Benavente
El torero Juan Belmonte
La banda del maestro Mateo
El éxito y la popularidad le abrieron las puertas de los diarios vallisoletanos. Durante el mes de septiembre de 1925 aparecieron en el Diario Regional ocho intervenciones suyas como autor de chistes pero seguramente el otro periódico de la ciudad le ofrecería una colaboración permanente y el 25 de noviembre de aquel mismo año inició su actividad como dibujante en El Norte de Castilla. Desde entonces hasta pocos días antes de su muerte el pseudónimo de “Geache” compareció asiduamente en las páginas de este periódico.
A lo largo de doce años Hortelano tomó el pulso a la ciudad desde la vertiente del humor y su lápiz caricaturizó a los personajes más populares, los visitantes más ilustres, escritores, artistas, políticos o deportistas. Comenzó dibujando una sección que tituló “Escenas populares” pero no mantuvo esta cabecera pues en otras ocasiones sus trabajos se publicaron bajo el título de “Tipos populares, escenas de la calle, cosas del día”, etc. Habitualmente les acompañaba un escueto pie y otras veces escribió un brevísimo comentario irónico que provoca la sonrisa. Sus caricaturas de personajes comenzaron a aparecer en el periódico en enero de 1926 y con ellas inició una extensísima galería de famosos o conocidos, siendo los profesores de la Escuela de Música de Valladolid los primeros que caricaturizó; ocasionalmente ilustró otras colaboraciones, como las firmadas aquel mismo año por el pseudónimo “Juan Pisuerga” dedicadas a las estatuas vallisoletanas.
La tiple Felisa Herrero
La Yankee
Salto de altura
A pesar de ello nunca estuvo interesado en difundir sus propias cualidades artísticas. Extraordinariamente modesto no volvió a realizar ninguna otra exposición, si se exceptúa la celebrada en el balneario de Solares (Santander) para diversión de veraneantes. Su espíritu tranquilo tampoco le impulsó a viajar, salvo a ciudades cercanas y habiendo tenido intención de instalarse en Madrid su idea no pasó de proyecto.
No fueron las caricaturas el único motivo de su atención. Además del asiduo trabajo en El Norte recibió muchos encargos para confeccionar carteles anunciadores de los más diferentes acontecimientos. La Feria de San Mateo (1926), la Exposición cerealista (1927), la Semana Santa (1928), los Festivales de Prensa (1929 y 1930), etc., tuvieron en los dibujos de “Geache” su adecuado motivo propagandístico, preocupado, como lo estuvo siempre, por el escaparatismo y la publicidad.
Torero
El bailarín Vicente Escudero
El escultor Victorio Macho
Dispuesto a enseñar el arte de dibujar caricaturas dirigió un programa radiofónico encaminado especialmente a los niños, que se complementaba con una sección gráfica en la revista Altavoz, publicada por la emisora de radio local.
El estallido de la guerra civil trajo consigo la censura en la prensa y como consecuencia se suprimió la publicación de caricaturas. Fue entonces cuando “Geache” se dedicó a ilustrar publicaciones literarias o narrativas.
Los libros de poemas que Nicomedes Sanz y Ruiz de la Peña escribe aquellos años –Romancero carnal (1936), Romancero de guerra y amor (1937), Romance de la muerte de Pepe García, el Algabeño (1937), Cántico de buen amor– fueron profusamente ilustrados por Hortelano y lo mismo sucede con los Episodios de la guerra civil que escribía Luis Montan (Rienzi), el periódico infantil Pirulo (1936) o los afilados comentarios políticos titulados “Pepinillos” firmados por el pseudónimo “Don Gordo”.
En los trabajos últimamente citados apenas se distingue cierto decaimiento de su interés. La factura sintética que muchos presentan no era resultado de la larga y penosa enfermedad que minaba ya su salud sino motivada por la tristeza que le causaba la contemplación del drama que vivía el país en esos momentos. Falleció el 11 de agosto.

BIBLIOGRAFÍA
  • URREA, Jesús: Caricaturistas vallisoletanos: “Geache” (1893-1937), Caja de Ahorros Popular de Valladolid, Valladolid, 1988.

No hay comentarios:

Publicar un comentario