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miércoles, 30 de diciembre de 2015

BELENES MONUMENTALES EN VALLADOLID I. AÑO 2015: la Diputación Provincial, Palacio Real y Colegio de la Salle


Ya hemos tratado en varias ocasiones sobre el Belén Napolitano del Museo Nacional de Escultura, la última vez hace tan solo unos días, pues bien, ahora vamos a hablar sobre otros belenes, ya sean o no monumentales. Valladolid cuenta con multitud de ellos, algunos verdaderamente destacables. Hoy tan solo vamos a tratar sobre tres: los que conservan la Diputación Provincial, el Palacio Real y mi antiguo colegio, el de San Juan Bautista de la Salle. En el próximo post hablaremos sobre otros que también merecen la pena reseñarse y visitarse.
En la Diputación Provincial, además de conservarse un belén monumental que varía sus escenarios y arquitecturas cada año, las cuales, por cierto, son impresionantemente bellas y realistas, existen una serie de pequeños nacimientos napolitanos que también se renuevan anualmente. Estos, que están realizados de manera artesanal por el Taller de Nacimientos Lamm, obedecen a diversas modalidades que van desde el napolitano clásico con fanal, hasta el regalo de empresa con escena costumbrista personalizada, sin olvidar los belenes tradicionales o las nuevas creaciones como el nacimiento gitano o los nacimientos enmarcados en cuadros antiguos. Aunque con variantes, estos nacimientos siempre suelen poseer unas figuras prototípicas: la Sagrada Familia, los ángeles, los Reyes Magos y su cortejo, un paisaje abrupto, una fuente, un pastor dormido, mendigos, una taberna y un mercado.

En el Palacio Real de Valladolid se conservan muchísimos belenes, el grueso de ellos se haya en una sala de palacio, si bien antes de entrar a ella podemos ver uno dentro de la garita de la puerta de entrada y otro sobre el pozo del patio. Ya en la sala de palacio hay infinidad de belenes, de todos los tamaños, materiales y procedencias posibles. Algunos de ellos son étnicos, es decir, que sus personajes van vestidos según la moda y costumbre del país que quieren representar o del país del que proceden. Hay algunos verdaderamente curiosos, pero, sin lugar, a dudas, el que a mi más me ha llamado la atención es una pequeña escena de la corte de Carlos IV en el que se ve a la familia real contemplando el Nacimiento que preside la sala donde se desarrolla la escena. Es una miniatura deliciosa que recuerda las antiguas realizaciones barrocas en cera. Pero si hay un belén que se lleva la palma por lo llamativo es uno realizado con las vainas de las balas de los rifles. Este año estos belenes se ven complementados con una serie de Niños Jesús que proceden de la clausura del Convento de las Descalzas Reales. Si bien se agradece que se dé a conocer este patrimonio, no veo demasiado clara la relación de la mayoría de ellos con el tema navideño.

Finalmente, el Belén conservado en el colegio de San Juan Bautista de la Salle. No lo cito aquí porque sea el de mi antiguo colegio sino porque se trata de uno de los más antiguos, tradicionales y preciosos de cuantos se conservan en la ciudad. Cada año se renueva, y este año se puede observar en sus casas, monumentos y paisajes una fuerte influencia castellana: no faltan los típicos palomares de Tierra de Campos o un Castillo que podría ser uno de los muchos que aún se conservan en nuestra comunidad.

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