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viernes, 27 de mayo de 2016

EXPOSICIÓN: "FINIS GLORIAE MUNDI". Javier Cámara Sánchez-Seco


En la Sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla se puede admirar hasta el día 5 de junio una de las exposiciones más interesantes y sorprendentes que he visto en mucho tiempo. Se trata de “Finis Gloriae Mundi”, del pintor madrileño Javier Cámara Sánchez-Seco. He de decir que para un apasionado de Star Wars como yo, empezar la muestra con dos ángeles coloniales empuñando espadas laser, cual Obi-Wan Kenobi, Luke Skywalker o Rey, ha sido todo un regalo y una motivación extra.

Ángel del Imperio colonial...
Ángel del Imperio colonial...
Ángel del Imperio colonial...
La exposición nos muestra una serie de pinturas de época renacentista y barroca, muchas de ellas identificables, que han sido tuneadas por el artista, de manera que con unos pocos cambios, los cuales aluden a nuestra sociedad actual, ha modificado completamente su significado. En cierta manera este uso de pinturas icónicas del pasado que son alteradas para adaptarlas a un significado que tenga que ver con la sociedad de esa época enlaza con el Equipo Crónica (grupo artístico fundado en 1964 por los valencianos Manolo Valdés, Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo), que una de las propuestas más interesantes, frescas e importantes de cuantas se dieron en el panorama pictórico del final de la dictadura franquista y del inicio de la democracia.

El lío de Júpiter
CORREGGIO. Júpiter e Ío (1531-1532)
El secretario
ALONSO SÁNCHEZ COELLO. Retrato de Antonio Pérez
La anarquía del Rey
Lista para el martirio
FRANCISCO DE ZURBARÁN. Santa Apolonia (1636)
En tiempos donde cualquier mediocridad es considerada arte, tanto a nivel internacional como a nivel local (no hay más que ver ciertas exposiciones, o charlas acerca del mundo del “arte” vomitadas por filosof@s barat@s que más bien parecen charlatanes/as), ver a un pintor que imita tan bien la técnica de estos grandes maestros del pasado, y que, además, tenga el talento de dotar a esas pinturas de un matiz crítico con la sociedad actual es de agradecer. Especialmente mordaz es Finis Política Hispánica, que alude al fin del bipartidismo con las calaveras azules (PP) y rojas (PSOE), y a la gaviota muerta (PP) y a las rosas marchitas (PSOE). ¿Será, acaso, ese ángel del vanitas Pablo Iglesias Turrión 😆?
En cuanto a las pinturas que toma para sus creaciones Javier Cámara Sánchez-Seco, la mayoría he podido reconocerlas, otras no. Así, por ejemplo El Secretario se basa en el Retrato de Antonio Pérez de Alonso Sánchez Coello; Macarra es una ampliación del Alejandro Farnesio durante su estancia en Madrid de Sofonisba Anguissola, No estoy para nadie es una trasposición de Mariana de Austria de Juan Carreño de Miranda, etc…. Si conseguís reconocer los cuadros originales que me han faltado por identificar, os agradecería que me lo dijerais para así completar el “juego”.
Macarra
SOFONISA ANGUISSOLA. Alejandro Farnesio (h. 1561)
Manierismo versus Minimalismo
GREGORIO MARTÍNEZ. La Anunciación (h. 1576-1600)
Muerte de Nicolás Pertusato
DIEGO VELÁZQUEZ. Las Meninas (1656)
No estoy para nadie
JUAN CARREÑO DE MIRANDA. Mariana de Austria (1669)
El siguiente texto está tomado del folleto de la exposición. Desde aquí me gustaría dar las gracias a la Diputación Provincial de Valladolid por los excelentes folletos/catálogos gratuitos que realiza para la mayoría de sus exposiciones. Es un granito de arena en pos de la cultura.
Javier Cámara Sánchez-Seco, pintor madrileño de ascendencia alcarreña, presenta en Valladolid esta simpática exposición que con el título de “Finis Gloriae Mundi” (Así acaban las glorias del mundo) continúa con su línea crítica e irreverente que comenzó con su primera exposición allá por 2009.
Nuestro pintor, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense, comprendió enseguida lo que quería y sobre todo lo que no quería hacer.
Admirador de la “gran pintura de los siglos pasados, huye de la estética fácil y repetitiva de nuestros días para contar su historia. Una historia que se burla con humor de los vicios del arte contemporáneo, de nuestras bajas pasiones, de nuestros falsos ídolos.
Salto / Tara / Retrato de funcionario
FRANCISCO ZURBARÁN. La Santa Faz (1631. Museo Nacional de Estocolmo)
FRANCISCO ZURBARÁN. La Santa Faz (Colección Privada. Madrid) Fotografía tomada de http://domuspucelae.blogspot.com.es/2015/06/theatrum-el-pano-de-la-veronica-un.html
FRANCISCO ZURBARÁN. La Santa Faz (1658. Museo Nacional de Escultura. Valladolid) Fotografía tomada de: http://ceres.mcu.es
Detrás del aspecto amable de sus obras, y de su técnica depurada, tomada (o robada) de los grandes maestros, se encuentra una crítica feroz.
Que nadie se asuste: no es él quien se burla de sus personajes; son ellos los que se burlan de nosotros y de nuestras debilidades.
Javier Cámara, que siempre titula sus exposiciones con una secuencia latina, quiere hacernos ver la fugacidad de nuestros días con un lenguaje artístico que quiere ser una suerte de “Barroco reinventado”. Un barroco “a la española”; sobrio y rico en apariencia pero con un trasfondo complejo y profundamente humano.
Cito Volat (Vuelo raudo)
El estrés de la abstracción
Finis Política Hispánica
La infanta suicida
La princesa siniestra
La contemplación de estas obras ha de ser minuciosa. Y su comprensión dependerá muchas veces del bagaje cultural de quien contempla… o de sus gustos o prejuicios. Pero ante todo ha de estar presente el humor… y cierta desconfianza, porque la obra de este pintor es de todo menos inocente. Siempre es así en la obra de Javier Cámara.
Desde su primera exposición en la madrileña sala de exposiciones “Casa de Vacas” de El Retiro, o la exposición del Círculo de Bellas Artes, hay quien se ha sentido aludido o identificado con el vicio (¿tan español?) de las falsas apariencias.
Pese a todo, o debido a todo esto, la obra de Javier Cámara es muy apreciada fuera de España. Sus pinturas se encuentran en Estados Unidos, Francia, Austria, México, Rusia o Italia, y en importantes colecciones como la Pérez Simón.
Entren, piensen y sobre todo sonrían; al final, todo pasa y nada permanece. Finis Gloriae Mundi…
Relicario bizarro
Santa Hipoteca
Visión hipocondríaca

domingo, 22 de mayo de 2016

EXPOSICIÓN: EL ARTISTA Y EL CARTEL. De Picasso a Andy Warhol. Colección Joseluis Rupérez


En la Sala Municipal de la Pasión se puede actualmente visitar (hasta el 12 de junio) una de las exposiciones más importantes que han llegado a la ciudad en los últimos tiempos. Se trata de la muestra “EL ARTISTA Y EL CARTEL. De Picasso a Andy Warhol. Colección Joseluis Rupérez”. En ella se reúnen 94 de los carteles más importantes que este coleccionista ha ido adquiriendo, y que completan un muestrario clave para entender la historia del cartel. Así, a través de ellos podemos visualizar la evolución que ha sufrido el mundo de la cartelería desde finales del siglo XIX hasta casi la actualidad. En la exposición figuran obras de los artistas más importantes de este amplio periodo: desde Picasso a Andy Warhol, pasando por Alechinsky, Appel, Barceló, Basquiat, Beuys, Calder, Chagall, Casas, Christo, Dalí, De Chirico, Duchamp, Fontana, Hamilton, Haring, Hockney, Indiana, Johns, Leger, Lichtenstein, Magritte, Malevich, Miró, O´Keeffe, Mucha, Romero de Torres, Saint Phalle, Toulouse-Lautrec, Vallotton, Vasarely… y otros muchos; en definitiva una selección de carteles brutal.
Estos carteles no son solo una creación artística de su tiempo sino que poseen un importante valor histórico. Así podremos ver láminas que hacen referencia a la Guerra Civil española, a la Segunda Guerra Mundial, a propaganda antinazi, a diversas Olimpiadas, etc… Quizás las dos obras más conocidas para el público sean el cartel de Anís del Mono de Ramón Casas y Aidez (l´Espagne) de Joan Miró. Llaman la atención por su tamaño, dado que las ilustraciones de los libros siempre "nos mienten". Así, el cartel de Ramón Casas es monumental, mientras que el de Miró apenas superará las medidas de un folio DIN-A4.

RAMÓN CASAS. Anís del Mono (1898)
JOAN MIRÓ. Aidez (l´Espagne) (1937)
PIERRE ALECHINSKY. L´imagination prend le pouvoir (1988)
MIQUEL BARCELÓ. Festival d´Automne País (1992)
MARC CHAGALL. Nice (1966)
Especialmente interesante es el espacio que se le ha dedicado en la sacristía al Pop Art, el movimiento artístico más destacado de la segunda mitad del siglo XX y que a nadie deja indiferente: o gusta o se le detesta. Así, podremos ver obras de las grandes personalidades de este movimiento, que se caracteriza por la utilización de imágenes de la cultura popular (medios de comunicación, anuncios publicitarios, comics, cine, objetos cotidianos o mundanos...): Peter Blake, Lichtenstein, David Hockney, Andy Warhol, Wesselmann, Rauschenberg, etc... No falta ni siquiera una de las obras más icónicas del Pop Art, Love (1967) de Robert Indiana. A continuación se insertan las palabras que el propio Joseluis Rupérez ha escrito con motivo de esta exposición:

ROBERT INDIANA. Love (1967)
PETER BLAKE. Babe Rainbow (1968)
MARISOL ESCOBRA. París Review (1967)
ROY LICHTENSTEIN. 4th New York Film Festival (1966)
ANDY WARHOL. 5 New York Film Festival (1966)
TOM WESSELMANN. Múnich. Juegos Olímpicos (1972)
El pintor y el cartel, es decir, el soporte con el que mediante palabra so signos se anuncia algo, viven un romance que se remonta a los primeros impresionistas. Esos afiches en blanco y negro de Daumier o Manet no presagiaban la llegada en tromba del color y con él, de los pintores que desde París a Moscú, desde Chicago a Berlín, o desde Londres a Viena, formaron las vanguardias que alimentaron el arte del siglo XX.
En el muralismo de Cheret, la pintura tomó por asalto el cartel y produjo la primera simbiosis entre ambos, a él le siguieron Toulouse-Lautrec, y luego los nabis (Bonnard, Vuillard...), los fauves (Matisse, van Dongen), los cubistas (Gris, Braque), los dadaístas (Picabia, Duchamp...), los futuristas (Marinetti, Depero...), los constructivistas (Malevich, Vassilief...), los expresionistas (Beckmann, Grosz...) o los surrealistas (Magritte, Labisse, Dalí), por no hablar de dos fanáticos de ese sincretismo: Picasso y Chagall.

GIORGIO DE CHIRICO. I promessi sposi (1964)
SALVADOR DALÍ. España (1969)
FORTUNATO DEPERO. Campari (1928)
EUGÉNE GRASSET. Affiches artístiques (1890)
RICHARD HAMILTON. Time (1965)
Las vanguardias siempre reconocieron en el cartel un medio rápido, eficaz y remunerado (al principio con premios económicos fabulosos), para conseguir a la vez divulgación, notoriedad y una suerte de educación artística del pueblo. Sin olvidar que muchos de ellos eran propietarios de imprentas litográficas (Utrillo), profesores de artes gráficas (Grasset), se iniciaron como Magritte en el Studio Dongo o como Vasarely recién llegado a París, en la agencia Havas.
Los anuncios y la publicación, después de la Segunda Guerra Mundial, se volvieron "científicos", estudiaban a sus clientes, eran agresivos en sus menajes y el arte aplicado, en este caso la fotografía, resolvía desde un punto de vista hiperrealista y más barato, sus intereses comerciales.

KEITH HARING. Free South Africa (1991)
RENÉ MAGRITTE. Festival Mondial du film et de Beaux (1947)
KASIMIR MALEVICH. Lubok (1914)
ALPHONSE MUCHA. Sarah Bernhardt. Mauvais Bergers (1897)
La "liason" se dio la vuelta, ahora era el cartel el que tomaba las riendas de la relación con los pintores y hasta tal extremo, que en el Londres de los años cincuenta, se publicó el artículo "But today we collect ads" de Peter & Alison Smithson. En él se informaba con entusiasmo como los artistas ingleses (Hamilton, Paolozzi...) recortaban y se pasaban como reliquias los anuncios de sopas o coches de las revistas americanas. Y de esos "decoupages" parece venir la imagen fundacional del pop: "Just what is it that makes today´s homes so different, so appealing?".
Desde entonces, entre los Warhol, Hockney, Barceló, Liechtenstein y Koons (inevitable para este prólogo su serie "Luxury & degradations) no ha vuelto a haber reticencias y, sobre todo, en los anuncios de turismo, cultura, deporte o propaganda política, la firma del pintor prescribe tanto o más que el mensaje que anuncia.

EMILE OTHON-FRIESZ. 1e Bal de l´aide amicale aux artistes (1923)
NIKI DE SAINT PHALLE. Montreux Jazz Festival (1984)
HENRI DE TOULOUSE-LAUTREC. Au pied de l´Echefaud (1893)
De eso se dieron cuenta desde principios de los años cuarenta el MoMa de Nueva York, el Louvre de París en los ochenta o el Victoria & Museum hace ahora una década, y son históricas sus exposiciones Word & Images, The American Poster (1945/1975), Le Peintre et l´Affiche o The Power of Posters.
Esta exposición intenta continuar esa tradición, y seguir contando la historia de amor entre el pintor y el cartel, una "love story" en la que ha habido de todo: curiosidad, hostilidad, pasión y un impagable número de celestinas como Aristide Bruant, Campari, Wagons Lits, Air France, el PNT de España, Gitanes, Perrier, Container Corporation, Paris Review, el Festival d´Automne de París, Absolut Vodka, Mourlot o Filograf.

MIQUEL UTRILLO. Oraciones (1897)
MARIE VASSILLIEFF. 2e bal de l´aide amicale aux artistes (1924)
EDOUARD VUILLARD. Becane (1894)
Si pudiéramos como el personaje de Woody Allen en Midnight in París, regresar en el tiempo, podríamos recrearnos en un paseo que tendría colgados en sus muros muchos de los carteles que aquí se exponen. En este caso las paredes son las de Valladolid, pero La Pasión (Museo) es el lugar perfecto para que el romance continúe.