sábado, 1 de febrero de 2020

EXPOSICIÓN: "SUSANA SOLANO acta dos"


Esta última semana me acerqué a visitar la exposición que sobre la escultora Susana Solano (Barcelona, 1946) se viene celebrando desde hace un par de meses en el Museo Patio Herreriano. Tuve la suerte de contemplarla mediante el formato de visita guiada que se celebra por las tardes a las 19:00 h. La guía fue excepcional y gracias a ella enseguida te metes de lleno en el universo de Solano y llegas a comprender perfectamente las preocupaciones escultóricas de la artista (como puede ser la creación de espacios), así como sus influencias y lo que intenta plasmar en su obra. Se trata de una artista muy interesante en la que a través del tiempo se observa como sus esculturas evolucionan desde los formatos prismáticos, compactos y contundentes a otros más ligeros. Cabe subrayar que esta escultora abstracta, calificada como la heredera de la tradición escultórica a la que pertenecieron Julio González, Jorge Oteiza o Eduardo Chillada, no posee un estilo concreto que se puede percibir en todas sus obras. También hay en su obra una preocupación por los oficios artesanales, como puede observarse en las esculturas de la capilla, y por la industria del telar, como también puede comprobarse en la Sala 4, en la que, por cierto, se puede contemplar su destreza para trabajar el plomo. Finalmente, me sorprendió gratamente su sensibilidad como fotógrafa.

Por todo ello, y antes de que acabe la exposición quiero dedicar a la exposición esta breve reseña, y para ello utilizaré el texto que figura en la misma. Solamente me queda animaros a acudir a verla puesto que tan solo le resta una semana. La exposición, que por si no queda claro os recomiendo que la veáis mediante la visita guiada (dura entre unos 45-50 minutos), se compone de las esculturas gigantescas de mimbre que hay en la Capilla y los proyectos de monumentos públicos de la Sala 9 por un lado, y por otro de las Salas 3-4-5, así como dos esculturas que se hayan en el claustro, tanto en el piso bajo como en el primero.

“Si algo esperamos de toda obra escultórica, sobre todo desde que desaparecieran el pedestal y las soflamas a la que éste daba sustento, es que ocupe un espacio. Desde finales de los años setenta, a la idea de ocupar, de llenar un lugar, Susana Solano ha sumado la voluntad de producirlo, de crearlo, desde el incesante ejercicio de ampliación de horizontes físicos y conceptuales a los que ha emplazado el descomunal cuerpo de obra que ha realizado en las últimas cinco décadas y en el que continúa inmersa todavía hoy.
acta (dos) es una exposición producida por el Institut Valencíá d´Art Moderno (IVAM), que tras su paso este verano por Valencia recala ahora en Valladolid adaptándose a los espacios del Museo Patio Herreriano y a las piezas de Susana Solano pertenecientes a la Colección Arte Contemporáneo. Son varias las razones por las que la exposición organizada por el IVAM, que llevaba por título acta, despertaba poderosamente el interés del Patio Herreriano. Susana Solano es una de las artistas mejor representadas en la Colección, con obra muy relevante de los años ochenta. La muestra valenciana se ocupó fundamentalmente de la obra realizada en las últimas dos décadas lo que no impidió la inclusión de obras emblemáticas realizadas con anterioridad, y en ella jugaron también un papel importante los proyectos de escultura pública que durante años ha realizado la artista.
acta (dos) está comisariada por Ramón Escrivá, Conservador del IVAM y responsable de la muestra en Valencia, y Javier Hontoria, Director del Museo Patio Herreriano. A la obra que formó parte de la exposición valenciana se incorpora aquí una mirada complementaria que satisface nuestra voluntad de revisar y reverdecer las obras de la Colección Arte Contemporáneo. Si en la exposición que pudo verse en estas mismas salas hasta no hace mucho, Una dimensión ulterior, situábamos Entre Cuatro, una pieza temprana de Susana Solano, junto a otra reciente de June Crespo, uno de los jóvenes valores de la escultura en nuestro país, en esta exposición Susana Solano se enfrenta a sí misma, pues Entre Cuatro entra en contacto con otras obras suyas realizadas en aquellos productivos y bulliciosos años.

La muestra está dividida en diferentes climas que se desprenden de la gran variedad de materiales que ha utilizado Susana Solano en este casi medio siglo de trabajo. El hierro, el mimbre, el aluminio, el yeso, el plomo… La suya ha sido una investigación de una profundidad y una magnitud descomunal. Al tiempo que acotaba y producía espacio, la artista examinaba la materia y sus diferentes estados forjando una metáfora de lo sólido y lo líquido, de lo que fluye y se desplaza, deslizándose, derramándose, desbordando un espacio o apenas esbozándolo. Asimismo, la exposición revela el interés que por otras culturas ha mostrado Solano, infatigable viajera, y el modo en que los gestos, formas o verbos de tradiciones lejanas en el espacio y en el tiempo se han ido sumando a su trabajo.
La exposición puede verse en las salas 3, 4 y 5 de la segunda planta del Museo y también en la Capilla y en la Sala 9. En la capilla se exhibirán las célebres piezas de mimbre que la artista realizó en Madeira en torno al cambio de siglo, un conjunto de obras que fueron expuestas en el Monasterio de Silos en una exposición organizada por el Museo Reina Sofia. A las piezas en mimbre que se presentaron en el IVAM se unen algunas otras, procedentes del estudio de la artista, que contribuyen a reforzar la lectura de tan singulares trabajos. Junto a ellas, en la Sala 9, un nutrido conjunto de maquetas para proyectos de escultura pública puede verse en una gran plataforma. Más allá de si fueron o no realizados, estos proyectos tienen un aura incuestionable, y arrojan luz sobre la relevancia del trabajo de la artista en todos los momentos de su carrera y en todos sus campos de acción”.

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