CRISTO YACENTE
Gregorio Fernández. h. 1610
Cofradía que lo procesionó: Cofradía del Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte
Propietario: Convento de San Pablo
Años que fue procesionado: 1995 / 2007
Fue Palomino quien
citara entre las obras que asignaba a Fernández “un sepulcro, que es un asombro”. Lo recogió Ponz, quien localiza un
Yacente en una capilla a mano
izquierda. Lo repite Ceán Bermúdez.
Agapito y Revilla no considera que pueda ser de Fernández. Martín González lo
estima copia tardía. Jesús Urrea ha reconsiderado la vieja atribución, estimando
que pertenece a Fernández y que acaso sea uno de los que se mencionan en un
documento de 1614 en la familia de los duques de Lerma. El detenido análisis
que hace Urrea no deja lugar a dudas, dado que es muy similar al Cristo del grupo de la Piedad, del Carmen Descalzo de Burgos,
obra que contaba con vieja atribución a favor de Gregorio Fernández.
A comienzos del siglo
XVII el duque de Lerma toma el patronato de la capilla mayor del Convento de
San Pablo, donde estableció su enterramiento. Bajo la capilla se abrió la
cripta, donde fuera sepultado el propio duque, tras su muerte en su palacio de
Valladolid el 17 de mayo de 1625. Sabemos que hizo numerosas donaciones a favor
del convento. Por eso nada resultaría sorprendente que una de ellas fuera el Cristo Yacente, advocación que iba muy
bien a la idea funeraria y de sufragios, que es lo que él buscaba. Hay razones
que refuerzan esta suposición. Apoyó el culto al Santísimo Sacramento con la
donación de una custodia suntuosa para la exposición, que se celebraba todos
los días, paseo triunfal en las fiestas del Corpus y para el sepulcro del
Jueves Santo.
Una procesión del
Entierro partía de la iglesia de San Pablo, y según noticias dadas a conocer
por don Julián Paz algunas veces tomaba parte en ella el propio duque de Lerma.
Sabemos por este autor que el Cristo
Yacente estaba colocado en el altar de San Luis Beltrán, y precisamente el
duque había sido un gran favorecedor de la beatificación de este santo. Todo
concluye, pues, para pensar que en efecto, el Cristo Yacente sea donación del duque de Lerma y se identifique con
la imagen famosa que reiteradamente se menciona. La escultura de San Luis Beltrán en la actualidad se encuentra en una de las hornacinas del retablo de San Pío V, lo que nos lleva a pensar que el retablo que presidía San Luis Beltrán desapareció al realizarse este nuevo, el cual se fechará en el último cuarto del siglo XVIII.
Está tendido sobre un
lecho, que mide 1,67 x 0,70 m. Obedece al tipo del Yacente de Lerma. Apoya la cabeza en doble almohada. Tiene el tórax
muy abultado, lo que permite cómodamente abrir la cavidad para el relicario. Es
de forma más llenas, anatomía más veraz y hercúlea, anunciando un avance
naturalista. Tiene también abierto el paño y sujeto mediante cinta. La mano
izquierda está en actitud más movida. Las formas aparecen compactas y de bordes
redondeados. Tal ocurre, asimismo, en los pliegues. También la sangre escasea.
La misma herida del costado muestra un débil reguero. Paño de pureza y sudario
de color blanco, con decoración en forma de rayas o listas. La encarnación es a
pulimento. En cuanto a la fecha, posterior a la del Cristo Yacente de Lerma, hacia 1610.
En el pecho, en el lado
de la llaga, se ha hecho un corte de forma cuadrada. La parte afectada queda
como tapa, que al levantarse muestra el receptáculo para la Sagrada Forma. Aquí
es donde se colocaría la Forma en determinadas ocasiones, y más especialmente
durante los días de Jueves y Viernes Santos. Se trata de una costumbre,
acreditada en España y otros países, como Inglaterra, donde ha proliferado el Eastern Sepulchre. Además hay
precedentes, en un Crucifijo de la
escuela de Juan de Juni, en la iglesia de Santa Nonia, de León, y en el Cristo Yacente, de Becerra, del Convento
de Descalzas Reales de Madrid. En Valladolid contamos al menos con otro Cristo Yacente con receptáculo en el pecho, es el realizado en 1698 por Pedro de Ávila para la Cofradía de Jesús Nazareno, penitencial en la cual aún se encuentra.
Yacente de Gaspar Becerra. Convento de las Descalzas Reales. Madrid |
Yacente de Pedro de Ávila. Iglesia penitencial de Jesús Nazareno. Valladolid |
El Yacente de San Pablo salió por primera vez en procesión a las doce de la noche del Jueves Santo de 1995. La cofradía del Descendimiento le acompañó por primera vez en la Procesión de Cristo al Humilladero. La imagen dejaría de desfilar en 2007, siendo sustituído al año siguiente por otro Cristo Yacente de Gregorio Fernández, en este caso el conservado en la iglesia de San Miguel, quizá uno de los más perfectos.
Fotografía obtenida: http://www.flickr.com/photos/12914929@N02/5710739958/ |
Fotografía obtenida de: http://www.flickr.com/photos/angel_torres/2203027545/ |
BIBLIOGRAFÍA
- MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El escultor Gregorio Fernández, Ministerio de Cultura, Madrid, 1980.
- VV.AA.: Gregorio Fernández y la Semana Santa de Valladolid, Ministerio de Cultura, Madrid, 1986.
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