domingo, 19 de enero de 2014

LOS RETABLOS DE FRAY RODRIGO DE HOLANDA PARA EL MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA MEJORADA DE OLMEDO


Procedentes del Monasterio de Nuestra Señora de la Mejorada de Olmedo se conservan en el Museo Nacional de Escultura una serie de relieves tallados en nogal, de los que apenas se conocían nada fuera de su origen.
Su ingreso en la colección permanente del Museo, a lo largo del proceso desamortizador, hubo de llevarse a cabo en precarias condiciones que provocarían la pérdida de buena parte de las estructurales arquitectónicas originales. La mazonería sufrió enormemente y hasta el día de hoy no ha llegado más que una pequeña parte de lo que pudo ser el asiento de estos relieves. Los restos que se conservaron han estado además descontextualizados, por lo que la posibilidad de plantear una reconstrucción ha generado mayores dificultades. Los relieves llegaron fragmentados y partidos en algunas de sus escenas más importantes, introducidos después en cajas que deformaron sus dimensiones y dispersaron su unidad.

Reconstrucción del retablo de la Pasión, conservado en la sala 6 del Museo
Su rastro en los fondos del Museo se puede seguir a través de los diferentes inventarios y catálogos de las colecciones, circunstancialmente repartidos entre el Museo Nacional de Escultura y el actual Museo de Valladolid, donde se depositaron algunos.
Aunque los inventarios iniciales indican con claridad la noticia de la recogida de tres retablos, Agapito y Revilla imaginó que en origen se trató de uno solo, del que se desgajaron los distintos relieves. La similitud de tratamiento en los retablos dedicados a la Pasión y Resurrección de Cristo, llevó a elaborar otra teoría que unificaba ambos grupos de relieves para dejar a un lado el dedicado a la Infancia de Cristo, formalmente posterior. Constantino Candeira planteó la intervención de dos artistas contemporáneos, que trabajan en torno a 1530 “uno de formación gótica y otro muy italianizado, influido por los talleres burgaleses”.
Una antigua atribución, realizada por Wattenberg en 1966, a raíz de una comparación estilística lo relacionaba con el maestro Antonio, escultor documentado en el retablo mayor de la iglesia de Dueñas (Palencia). Tal falta de datos se modificó gracias al hallazgo del Protocolo de Priores localizado en el Archivo Histórico Nacional, el cual recoge noticias sueltas relativas al patrimonio y vida interna del monasterio y su ornamentación.
Una crónica anónima, redactada en 1574, recogida en este libro, hace referencia al uso de parte de la donación de Doña Francisca de Zúñiga, fallecida en diciembre de 1530: “Allende desto es de saber que después de haber cumplido el testamento con los muebles que la dicha señora quedaron se hallaron en II mrvs?? y destos fueron de pareer los testamentarios que se echasen los 103 reales en çien tablados de nogal para hacer los tres retablos que agora están en las tres esquinas del claustro viexo los quales hiço fra Rodrigo de Olanda, lego y en mi tiempo se puso el terçero que es el que esta a la puerta del Capítulo en la pared del refectorio”. Fue, por tanto el legado de Doña Francisca de Zúñiga, que ya había encargado el retablo mayor de la casa a Alonso Berruguete y Vasco de la Zarza, el que hizo posible la realización de estos conjuntos destinados a la ornamentación del claustro monástico.

Crucificado proveniente de Calabazas
La crónica nos aporta datos fundamentales sobre los retablos: no sólo nos indica la autoría de los retablos, sino una cronología relativa y una clara diferenciación en dos grupos que ayuda a reconstruir su disposición original. El modo de redactar la crónica indica además cómo dos de los retablos se tallarían por fray Rodrigo de Holanda con anterioridad, mientras el tercero será ligeramente posterior en cronología, a pesar de estar concebida su ejecución al mismo tiempo que los anteriores.
Ninguna referencia se conocía hasta el momento sobre la personalidad artística de fray Rodrigo de Holanda, salvo su presencia como tasador de un retablo ya desaparecido, que realizaba en el monasterio jerónimo de Guisando en 1535 el escultor Lucas Giraldo. Su nombre aparece citado para tasar la obra por parte del monasterio, declarando que en esos instantes es profeso en la Mejorada de Olmedo. La habilidad de los jerónimos, especialmente de los hermanos legos para realizar trabajos de contenido artístico, fue muy notoria y tuvo una alta consideración. Fray José de Sigüenza, en la Historia de la Orden, alaba los resultados de este tipo de tareas que los frailes compartían con la oración y el estudio “Si se tasase lo que han hecho los religiosos de San Jerónimo en estos ratos desocupados dentro y fuera de sus celdas por sus propias manos diríamos que poco menos han hecho cuanto bueno y de valor hay en ellas”.
De este modo en la casa jerónima de la Mejorada funcionó un taller escultórico de interés. La posibilidad de vincular documentalmente a fray Rodrigo de Holanda con la autoría de estos retablos de Olmedo, ha permitido atribuirle otras obras en el entorno inmediato de la villa, posiblemente procedentes de la misma casa jerónima desde donde se dispersaron tras la Desamortización. Existe un relieve del Llanto sobre Cristo muerto conservado en el Santuario olmedano de la Soterraña. Hernández Redondo atribuyó al mismo fray Rodrigo una Piedad y un Cristo Crucificado que, con el mismo origen en la Mejorada, estuvieron en la iglesia parroquial de Calabazas.

Piedad, proveniente de Calabazas
Por último una noticia proporciona un interesante dato sobre el alcance geográfico de la actividad escultórica de la casa jerónima. El facistol, ya desaparecido, realizado para el coro del monasterio zaragozano de Santa Engracia, según Martón cronista jerónimo del siglo XVIII, lo hacían en 1537 “un monje de la Mejorada”. La coincidencia cronológica, así como la certeza de la procedencia, afianzan la idea de ese taller en el abastecimiento artístico de los monasterios de la orden.
El topónimo del apellido del escultor, Holanda, es una constante en la escultura española de la primera mitad del XVI. Contemporáneos de fray Rodrigo son el escultor Cornelis de Holanda, que desarrolla su actividad en Castilla, y su homónimo, que lo hace al mismo tiempo en Galicia.
La obra de fray Rodrigo de Holanda, a través del análisis de los relieves conservados, se muestra muy relacionada con la plástica de procedencia flamenca, cada vez más influenciada por las novedades estéticas italianas que inundaban Europa, fundiendo unas tradiciones con enorme éxito en España. El gusto por el detalle, las formas amables y el cuidado en el trabajo de los volúmenes, distinguen una producción muy cuidada que, en el caso de los retablos de la Mejorada, no llegó nunca a policromarse.

Restos de la mazonería de los retablos que no se sabe a cual de ellos pertenecen
La consideración pictórica del relieve y la búsqueda de la profundidad tridimensional, llevó al escultor a utilizar una elaborada técnica de aproximación, dejando a un lado el trabajo de la talla directa del relieve, que ofrecía menos posibilidades. Diferentes superficies trabajadas con mayor o menor precisión, dependiendo del lugar que iban a ocupar en la composición, aparecen unidas con pequeños espigos de madera, proporcionando una sensación volumétrica de mayor intensidad. En algunos casos, las figuras situadas en el último plano de la composición se tallan en otra plancha de madera, de forma que el montaje final produce una sensación de tramoya para incrementar el efecto óptico de la profundidad.
A la hora de plantear la reconstrucción de los retablos, la agrupación de los relieves de acuerdo con un programa iconográfico no ofrece demasiadas dificultades. A ello se unen las similitudes en cuanto a las medidas.
Los tres retablos responden a un programa conjunto, relativo a una intencionalidad común, centrado en los tres momentos de mayor relevancia en la vida de Cristo, la Infancia gozosa, la Pasión dolorosa y la Resurrección gloriosa. De algún modo estamos ante una particular versión de los Misterios del Rosario, muy apta para disponerse en el ámbito del claustro, dedicado a la oración y de extraordinaria trascendencia para la orden jerónima.

Restos de la mazonería de los retablos que no se sabe a cual de ellos pertenecen

RETABLO DE LA PASIÓN
Tanto los relieves pertenecientes al retablo de la Pasión, como los relacionados con la Resurrección, presenta una gran similitud en lo que a unidad estilística respecta y han de ser los que se realizan inmediatamente después de 1530 por fray Rodrigo de Holanda, en una primera fase de trabajo. El ciclo del retablo comprende los siguientes pasajes: Oración en el Huerto, Cristo injuriado, Flagelación y Camino del Calvario son las escenas que se disponen en las calles laterales siguiendo una lectura lógica. En la calle central dos relieves dedicados al Descendimiento y a la Crucifixión, de mayor tamaño, cierra el ciclo. A este último releve le falta la cruz que coronaría la obra sobresaliendo por encima de los demás. Sobre las dos calles laterales el cerramiento superior estaría formado por los dos relieves que representan a dos profetas sosteniendo filacterias: David (“Foderunt manus meas et pedes meos dinu: psal: 21”) e Isaías (“Veres languores nros ipse tulit: Isa: 53”) ofrecen al espectador sendos textos proféticos relacionados con la Crucifixión de Cristo.

Reconstuccion hipotética del retablo de la Pasión
Oración en el Huerto
Cristo injuriado
Flagelación
Camino del Calvario
Descendimiento
Crucifixión
Rey David
Profeta Isaías
Gracias a que se conservan los diferentes relieves de este retablo se puede realizar una reconstrucción gráfica sin demasiados problemas. De todas formas la escasa mazonería conservada, las columnas o las chambranas con motivos vegetales y agrutescados son intercambiables, al coincidir en medidas con el retablo de la Resurrección.

Restos de la mazonería del retablo de la Pasión
El problema se plantea con la reconstrucción del banco. En el Museo de Valladolid se conservan tres relieves con unidad estilística y temática, además de guardar debida proporción en cuanto a tamaño. Dos de ellos, de idénticas dimensiones, narran la Conversión de San Pablo y su posterior Martirio. El tercero, que ocuparía la parte central, representa la escena de Santa Úrsula con el papa. Debido a la temática se ha pensado que es más conveniente situarlo en este retablo que en el de la Resurrección.
La dependencia de los grabados centroeuropeos en la concepción de algunas escenas es indiscutible. Aunque la inspiración no sea tan evidente en lo que se refiere a la plasmación de la escena sin variaciones, el seguimiento de los grabados de Durero, abiertos por las mismas fechas, se deja sentir con claridad, a pesar de la personal huella del estilo de su autor.

Conversión de San Pablo

Decapitación de San Pablo
Santa Úrsula con el Papa

RETABLO DE LA RESURRECCIÓN
El segundo retablo está dedicado a episodios relativos a la Resurrección. La secuencia arranca en la escena del Entierro, concebida con una gran frontalidad y recortados los volúmenes de las figuras por la parte superior, al igual que sucede con la representación de la Duda de Santo Tomás, con la que formaría los extremos del primer cuerpo. Otros dos relieves completan la historia del acontecimiento central, con la Cena de Emaús y el Descenso al Limbo.

Reconstucción hipotética del retablo de la Resurrección
De la calle central, con relieves de mayor tamaño al igual que en el retablo de la Pasión, se conservan el dedicado a la Resurrección, deteriorado y perdida la figura protagonista, prácticamente exenta por lo que se puede advertir en las huellas de su disposición. Faltaría por tanto otro relieve para completar la secuencia. Cabe suponer que el tema fuera el de la Ascensión, que unificaría el contenido del panel para cerrar el ciclo glorioso de los episodios.
Sin embargo, la existencia de un temple arquitectónico que no encaja en ningún otro conjunto y la propia disposición tendente a la verticalidad del relieve de la Resurrección, permiten elucubrar con un esquema de retablo diferente, cuyo remate central respondería a una estructura que albergara una escultura de bulto, rompiendo por tanto el modelo de los otros retablos. Para el remate de las calles laterales hay que pensar en los dos medios puntos conteniendo figuras de sirenas apoyadas sobre calaveras que, incompletos, también encajan estilísticamente con el contenido del retablo, así como los dos aletones con medallones, de trabajo muy similar.

Entierro de Cristo
Duda de Santo Tomás
Descenso al Limbo
Cena de Emaús
La Resurrección

RETABLO DE LA VIDA DE LA VIRGEN / DE LA INFANCIA DE CRISTO
Este último retablo es diferente a los otros dos en cuanto al tratamiento general de los relieves, aunque posee una evidente deuda con el momento anterior. Presenta un lenguaje más renaciente de manera parcial, como fue habitual en el arte hispano de estos momentos, en lo que se refiere a las arquitecturas, a la abundancia de motivos como las veneras o a la propia composición de las escenas, todavía muy derivadas de las influyentes aportaciones norteuropeas.
La hipótesis de reconstrucción plantea un cuerpo compuesto por la Anunciación, Visitación, Circuncisión, Adoración de los Magos, Presentación en el Templo y una Santa Parentela, tema éste de clara vinculación centroeuropea, que sirve además como velada reivindicación inmaculadista. El banco hubo de estar formado por tres relieves, dos de ellos cerrando la base, con representación de dos profetas, uno acodado y otro sentado, y dos santas de las que sólo puede identificarse a Santa Lucía. El relieve central, que encaja en el conjunto tanto por medidas como por iconografía y por manera de ejecución, tiene que ser el dedicado a la Matanza de los Inocentes, mientras que en la parte superior, sirviendo de separación entre el primero y el segundo cuerpo se dispondría el estrecho releve de los niños que juegan con los atributos pasionales.

Reconstrucción hipotética del retablo de la infancia de Cristo / la vida de la Virgen
Anunciación
Visitación
Circuncisión
Adoración de los Magos
Presentación en el templo
Santa Parentela
La ejecución de este retablo, fechable hacia 1550 (unos 20 años después de los otros dos) no puede adjudicarse a fray Rodrigo de Holanda, al menos no con los mismos principios con los que acometió aquella tarea. Es cierto que pudo producirse una evolución en su estilo, aunque adolezca de un conocimiento profundo de las novedades estéticas que circulaban en el momento. La obra, quizás no elaborada por fray Rodrigo, podría ser atribuida a sus sucesores en el taller del monasterio, posiblemente creado sin más pretensiones que el autoabastecimiento.

Profeta y Santa Lucía
Matanza de los inocentes
Profeta y Santa ¿Bárbara?
Las novedades formales se acusan en el empleo de las arquitecturas de medio punto con remates avenerados, en el uso de columnillas abalaustradas o en la misma dulcificación de las actitudes de los personajes que componen las escenas, frente a la dureza de los grupos anteriores. En este caso también las fuentes de inspiración so otras y, a pesar de la siempre presente dependencia de la estampa centroeuropea, apuntan hacia los grabados italianos que toman fuerza desde comienzos del siglo.
En este caso no se ha conservado el cerramiento del ático del retablo, aunque sí las chambranas de los dos relieves de la calle central, la superior con la representación de Dios Padre y la inferior con un medallón representando una cabeza masculina barbada. Tanto las medidas como los principios estilísticos encajan con la concepción más evolucionada del resto de los relieves de este conjunto final.

Fragmento con Dios Padre bendiciendo

Fragmento con un medallón con una cabeza barbada

BIBLIOGRAFÍA
  • ARIAS MARTÍNEZ, Manuel: "Los retablos del claustro de la Mejorada de Olmedo y el escultor jerónimo Fray Rodrigo de Holanda", Boletín del Museo Nacional de Escultura, núm. 6, 2002, pp. 7-14.
  • WEB   http://museoescultura.mcu.es/

2 comentarios:

  1. Muy buen repaso a las obras de este convento desaparecido.
    Esta cabeza parece un retrato del Emperador Carlos V http://4.bp.blogspot.com/-jic97czSMbw/Ulp7zJf9NLI/AAAAAAAAKwQ/zDIFkc-yH6s/s1600/Relieve%25C2%25BF%25C2%25BFA2.JPG y ésta parece un retrato de Miguel Ángel http://4.bp.blogspot.com/-0GgWPPM90_Y/Ulpwzt-efkI/AAAAAAAAKqg/MNGd3R7eLok/s1600/Relieve+RVV+B.JPG

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  2. Porque les faltan las manos?

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