A
raíz de la celebración del IV Centenario del fallecimiento de El Greco “Doménikos
Theotokópoulos” (Δομήνικος Θεοτοκόπουλος) se están
sucediendo una serie de actos y exposiciones que tienen como foco central “su
ciudad”: Toledo. Pero también en Valladolid se deja sentir el eco del gran
pintor cretense: en el Museo Nacional de Escultura, concretamente en su sede
del Palacio de Villena, se desarrolla una exposición en la que se analiza el
peso que ha tenido, y tiene, El Greco en una serie de artistas contemporáneos.
Me
gustaría indicar que debajo de alguno de los cuadros contemporáneos se colocará
una fotografía del cuadro de El Greco que lo inspiró. Los textos han sido
extraídos íntegramente de la exposición.
La
exposición explora el ámbito en el que se sitúa la influencia del Greco en doce
artistas que están trabajando hoy en día y que sirven como testigos de su
presencia en el arte actual. Son muchas las manifestaciones artísticas
contemporáneas en las que se deja ver el Greco, aunque no siempre sea evidente
ni se conserven a primera vista formas y planteamientos plásticos asimilables a
los suyos. La clave está en la mirada de los creadores.
El
choque que produce en los artistas la gran banalización de la cultura y del
sentido de la existencia en el mundo de hoy es común en su mirada hacia el
Greco, para el que el sentido de la trascendencia de la condición humana
también resulta esencial. Ese papel determinante que juega el arte actual en
nuestros días, como antídoto de la necedad y pobreza de ideas que vivimos, está
presente en prácticamente todos los artistas de esta exposición. Es un punto de
encuentro.
DIN
MATAMORO (Vigo, 1958)
Cenital 1
y Cenital 2 son dos grandes cuadros
llenos de color y de luz, dos elementos fundamentales con los que el Greco
construye sus composiciones. No es difícil mirar hoy a cualquiera de las
composiciones del cretense abstrayendo la figuración y encontrar en ellas
magníficas combinaciones de ambos temas centrales de la pintura. Din Matamoro
llega a decir que él pinta nada más que lo que ve en el aire: la luz y el
color.
Cenital 1 |
Cenital 2 |
CARLOS LEÓN (Ceuta, 1948)
El
cuadro del Greco El cardenal Don Fernando
Niño de Guevara (1600-1604) es una de las grandes obsesiones pictóricas de
Carlos León. La maldad, la representación de la autoridad más abyecta, el color
púrpura que representa al tiempo el poder y la sangre…, son todos temas que se
concentran en la obra del Greco como en el tríptico de León que lleva el mismo
título.
El cardenal don Fernando Niño de Guevara |
El cardenal don Fernando Niño de Guevara (1597-1600) |
LUIS
GORDILLO (Sevilla, 1934)
Pintor
de una densidad conceptual notable, Gordillo se planteó representar con Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío
lo que significa el espíritu religioso, lo que es la religión en sí como
expresión de un sentimiento profundo del hombre. Las claves interpretativas de
la obra de Luis Gordillo nunca remiten a analogías directas, por lo que el
estudio de su trabajo debe hacerse siempre desde planteamientos intelectuales.
En esta exposición, su cuadro ocupa, a través de un cierto juego artístico, el
lugar de la figura del Salvador inexistente del Apostolado del Greco.
Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío |
APOSTOLADO
Este
Apostolado, el más pequeño en tamaño
y el primero de los pintados por el artista, pudo servir de modelo a las
restantes seis o siete series hechas en su vejez. En la realización de algunas
figuras (las de Simón, Mateo y Judas) podrían haber intervenido ayudantes de su
taller.
La
frecuencia con que el Greco representó esta “milicia teológica” se explica por
esa inclinación obsesiva que le hacía volver repetidamente sobre algunos temas,
a la vez que atestigua su apoyo a la primacía de la Toledo eclesial, pues, en
la nueva disciplina que el Concilio de Trento impuso a los obispos, la imagen
de los Apóstoles les legitimaba como sucesores de los héroes del primer
cristianismo.
Al
margen del contexto histórico, esta asamblea nos sigue conmoviendo hoy por esa
“esencialidad” poética y visionaria, transmitida por medio de la luz rota y
aguda, el color fogoso, la vibración exquisita de la pincelada. Sin atender a
incidentes secundarios, el pintor los individualiza, uno a uno, en un retrato
imaginario, variando fisionomías, edades, temperamentos. Y a la vez, los
unifica en la inquietante serialidad del ciclo, repitiendo en todos la misma
atmósfera concentrada, la expresión abismada, las manos como llamas y un manto
bajo cuyos pliegues se desvanece el cuerpo.
Esta
serie perteneció al monasterio benedictino ovetense. Cuando, a comienzos del
siglo XX, en pleno descubrimiento europeo del pintor, estaba a punto de ser
vendida en Francia, el Marqués de San Feliz decidió comprarlo, para evitar su
salida de España. Hoy forma parte dela colección del Museo Nacional de
Escultura, que lo tiene depositado en el Museo de Bellas Artes de Asturias.
SECUNDINO
HERNÁNDEZ (Madrid, 1975)
Joven
artista y decididamente pintor, tiene al Greco entre sus referencias clásicas
principales. La frescura y desparpajo con que pinta están próximo en su
imaginario al arrojo que debía tener el griego al acometer varias de sus
composiciones. Hernández se siente fascinado por las descargas de pincel que
realiza el Greco en los laterales de muchas de sus obras, en las que encuentra
el rastro de su ejecución. Esta nueva mirada ve al Greco como un pintor
atrevido, que acepta riesgos y apuesta en si tiempo por formas nuevas de
expresión. Una actitud con la que Hernández se identifica artísticamente.
Secular Breeze |
Sol y Sombra |
JORGE
GALINDO (Madrid, 1965)
La
serie El Greco revisitado en Borox tiene cerca de cincuenta piezas de las
que se han seleccionado dos para esta exposición. Todas fueron realizadas en
Borox, un pueblo de la provincia de Toledo en el que durante años Galindo tuvo
su taller. Son un homenaje de pintor a pintor. Una de las características
formales recurrentes en su obra es la utilización del collage. El
carácter elocuente de las manos y brazos de las figuras del Greco cobra doble
fuerza cuando se sitúan en partes del cuerpo que no les corresponden.
De la serie El Greco revisitado desde Borox |
La Crucifixión (1604-1614) |
De la serie El Greco revisitado desde Borox |
San Juan Bautista (1597-1607) |
PABLO
REINOSO (Buenos Aires, 1955)
La
ambigüedad de la función de los objetos y los materiales marca una clave de
comprensión de la escultura de Pablo Reinoso, que siempre se presenta como un
punto de encuentro entre lo práctico material y lo trascendido del arte. En Laooconte
(2014), la tremenda escena en la que el sacerdote troyano y sus dos hijos son
devorados por las dos serpientes Caribea y Porce se convierte en un
entrelazamiento imposible de materiales que toman esa otra vida, la de la
condición humana y la tragedia de la escena. La tensión y la angustia del lienzo
del Greco renuevan con Laocoonte (2014) la vigencia del mito en el mundo
de hoy.
Laocoonte |
Laocoonte (1609) |
MARINA
NÚÑEZ (Palencia, 1966)
En
general, en la producción artística de Marina Núñez se encuentra la creación de
mundos paralelos a los que vivimos y conocemos. Los seres y escenarios que
inventa tienen origen en nosotros y en los espacios que nos son familiares,
pero nunca resultan iguales. Percibir simultáneamente esta distancia y cercanía
desierta en el espectador una lucidez especial que facilita la comprensión de
lo que somos en realidad. Una contemplación profunda de la obra del Greco lleva
a una situación parecida, ya que de forma reiterada presenta dos mundos
paralelos diferentes y semejantes, el terrenal y el celestial. Núñez ha querido
cerrar el círculo de las semejanzas al crear su pieza para esta exposición a partir
de la Vista y plano de Toledo del griego.
Vista y plano de Toledo (1608) |
CRISTINA
IGLESIAS (San Sebastián, 1956)
En
su ya larga trayectoria, Cristina Iglesias busca siempre la creación de nuevos
lugares. Son espacios que hacen comprender al espectador quién es, dónde está y
reparar en lo que tiene alrededor. Sin título, (Berlín II) es una
metáfora de un paisaje que puede entenderse como "grequiano" porque,
entre otras cosas, invita a mirar hacia arriba para descubrirlo. Situando la
mirada entre el cristal azul, evocador del agua de un río, y el tapiz, se puede
llegar a ver ese otro cielo que está arriba.
JOAN
FONTCUBERTA (Barcelona, 1955)
Joan
Fontcuberta es un artista que habitualmente mezcla su identidad con personajes
variopintos que nos hacen creer lo que no es y dudar de nuestra percepción de
las cosas. En este caso, se esconde tras una de las imágenes del Greco fijadas
de forma más intensa en la memoria popular. Camuflado tras la figura del
famosísimo Caballero de la mano en el pecho (1580), pone a prueba al
espectador acerca de lo que ve, de lo que piensa y de lo que cree que sabe. En
el fondo, lo que hace es interpelar la visión que se tiene popularmente de
Doménicos Theotocópuli hoy, que es quien se encuentra verdaderamente camuflado
entre las distintas propuestas que presenta esta exposición.
Camuflajes: El caballero de la mano en el pecho IV |
Camuflajes: El caballero de la mano en el pecho V |
Camuflajes: El caballero de la mano en el pechoVI |
MONTSERRAT
SOTO
(Barcelona, 1961)
Contemplando
las obras de Montserrat Soto surgen enseguida preguntas como ¿dónde estoy?, ¿qé
veo? Los contrastes que ofrecen los escenarios que presenta pueden remitir a
los espacios en los que el Greco introduce sus escenas. En ellos, el griego
muestra situaciones diversas que se desarrollan a la vez dentro del mismo espacio,
pero en lugares diferentes. Es precisamente ése uno de los ejes del trabajo de
Soto que, a través de la desubicación, ayuda al espectador a comprender en qué
lugar se encuentra.
Sin título |
Sin título |
Sin título |
DARÍO
VILLALBA (San Sebastián, 1939)
Darío
Villalba habla de su niño-día-noche frente al abismo de la muerte. El
gitanito vive entre dos mundos, es la vida en su estado más puro, situada
en el centro de su obra. Delante del amanecer teñido de platas el niño es todo
vulnerabilidad y dulzura, un renacimiento de la propia vida. Al lado del negro
de una noche infinita, es "la carne muerte de Cristo", según sus
propias palabras. La idea central de este gran tríptico, el sentido de la vida
del hombre, recorre toda la obra de Villalba y confluye de forma singular con
la del Greco, ya que ambos ven en la infancia la verdadera belleza de la
existencia.
Entre dos mundos |
PIERRE
GONNORD (Cholet, Francia, 1963)
Retratar
la dignidad como la esencia humana de lo más profundo e importante de la
condición humana es el objeto de las obras de este artista. Konstantina,
María y Magdalena son tres mujeres llenas de humanidad llevadas
al plano artístico con una economía de medios notable, muy similar a la que
utiliza el Greco en sus retratos. Dignidad e intensidad presentes en todos los
seres humanos retratados por ambos artistas.
Konstantina |
Magdalena |
María |
Si
quieres conocer otras historias de la relación entre El Greco y Valladolid:
No hay comentarios:
Publicar un comentario