viernes, 20 de diciembre de 2013

TANTO MONTA, MONTA TANTO: El Monumento conmemorativo del matrimonio de los Reyes Católicos en Valladolid


El traslado del Monumento conmemorativo del matrimonio de los Reyes Católicos (1968-1969) desde los jardines del Palacio de Congresos “Conde Ansúrez” a los jardines del Colegio de Santa Cruz en la plaza del mismo nombre culmina el largo éxodo que ha tenido que padecer este bello monumento: fue creado para decorar una fuente en la Rosaleda, tras perder su función acuática pasó a los referido jardines del Palacio de Congresos, en donde estuvo “secuestrado” para el público en general; y finalmente ha ido a parar a un lugar más digno y acorde, y que además, junto a la reciente exposición dedicada a su persona, viene a rescatar la memoria del gran escultor Antonio Vaquero.
Unos años después de la inauguración de la estatua dedicada a Felipe II en la Plaza de San Pablo, el Ayuntamiento de Valladolid decidió erigir un monumento público cuyo significado habría que relacionar con los principios ideológicos que fundamentaron la dictadura fascista de Franco. En 1969 se celebraba el V Centenario del matrimonio de los Reyes Católicos que tuvo lugar en el Palacio de los Vivero el 14 de octubre de 1469.

Actual ubicación. En la plaza del Colegio de Santa Cruz, al lateral de éste
Cuando el monumento estaba en los jardines del Palacio de Congresos "Conde Ansúrez"
Cuando ocupó el lugar para el que fue creado: la Rosaleda
Inauguración por parte del dictador
Tal acontecimiento no sólo revestía para la política e historiografía de la época una dimensión local y nacional (Valladolid, cuna de la unidad de España) o internacional, sino también una innegable dimensión contemporánea, legitimadora desde un punto de vista ideológico, pero también en actitudes, atributos y símbolos externos, de la dictadura.
En este sentido, basta recordar las palabras del alcalde de Valladolid, Martín Santos Romero, pronunciadas con motivo de la inauguración del monumento a los Reyes Católicos en los jardines de La Rosaleda el 18 de octubre de 1969, acto al que asistieron el dictador Francisco Franco, el Gobierno en pleno y los entonces Príncipes de España: “La ciudad de Valladolid se honra hoy con vuestra (Franco) presencia que viene a unir sobre 500 años dos ciclos semejantes e la Historia: la instauración de la Unidad Nacional por los Reyes Católicos y la restauración de España en la paz que habéis sabido conseguir durante treinta años… Inauguramos un monumento sencillo, testimonio de la realización en nuestro suelo de uno de los más fecundos sucesos de la vida nacional el matrimonio de Isabel y Fernando…”.
El monumento, pues, aparece teñido de claras implicaciones políticas, y su inauguración constituyó uno de los puntos culminantes de una serie de actos festivos (Día de la Hispanidad; festejos populares; representaciones teatrales, cabalgatas, alegóricas, etc.) y culturales, alguno de estos últimos de cierta trascendencia por la investigación histórico-artística del período, como la Exposición Nacional, documental e iconográfica, sobre la época de los Reyes Católicos celebrada en el Museo Nacional de Escultura.

La génesis del proyecto de monumento se había fraguado en noviembre de 1968, cuando la Corporación vallisoletana convocó un concurso nacional de proyectos. El día 18 la “Comisión Permanente, acordó que, por los servicios correspondientes y Comisión competente, se proceda a la redacción de los pliegos de condiciones que sirvan de base para la celebración de un concurso público para la adjudicación de la erección del monumento a los Reyes Católicos en esta Ciudad y elevarlas a Excmo. Ayuntamiento Pleno para su aprobación, si procediere”. Dichos pliego de condiciones se dio a conocer justo una semana después, cuyas condiciones eran las siguientes:
1ª OBJETO DEL CONCURSO. Es objeto de este concurso, la erección de un monumento a los Reyes Católicos Fernando e Isabel, en esta Ciudad, cuyo emplazamiento será en los Jardines de “La Rosaleda”.
2ª PARTICIPANTES. Podrán tomar parte en este concurso, todos los Escultores, Arquitectos o Ingenieros Españoles, solos o en colaboración, legalmente capacitados para el ejercicio de sus profesiones.
3ª DOCMENTACIÓN QUE SE FACILITARÁ A LOS CONCURSANTES. Plano comprendiendo las zonas que rodean los jardines de “La Rosaleda” y lugar de emplazamiento, a escalas 1:2000 y 1:500.
4ª DOCUMENTACIÓN Y MAQUETAS QUE HAN DE PRESENTAR LOS CONCURSANTES. Podrán presentar cuantos planos y memorias, así como los detalles y perspectivas que estimen convenientes para facilitar la comprensión del Jurado. Memoria justificativa de la solución adoptada y descripción del sistema constructivo, y Presupuesto, el que, incluidos beneficio industrial y honorarios de todas clases, etc., no excederá de 2.000.000 de pesetas.
5ª PLAZOS PARA PRESENTAR DOCUMENTACIÓN Y MAQUETAS. Se presentarán en la Secretaría General de este Excmo. Ayuntamiento, hasta las 13 horas, dentro de los treinta días hábiles, a contar del siguiente al de publicación de este anuncio en el Boletín Oficial del Estado, en sobre opaco y debidamente cerrado y, tanto éste, como la documentación que contenga, llevarán claramente destacado en el ángulo superior un número de cuatro cifras, que servirá de clave de los trabajos, que serán anónimos. A dicho sobre, se acompañará otro, también opaco y cerrado, con la clave de cuatro cifras, en cuyo interior figuren los nombres, profesión y domicilio de los autores del trabajo.
Todo concursante que revele su identidad antes de que el Jurado haya calificado, será excluido del concurso y sin derecho a entablar recurso alguno.
6ª FALLO. Se emitirá en un plazo superior a un mes a contar de la constitución del Jurado. Será razonado y hecho público, contra el que no cabrá apelación de ninguna clase.
7ª EXPOICIÓN. Los trabajos presentados serán expuestos al público en el Excmo. Ayuntamiento.
8ª CONSULTAS. Dentro del plazo de quince días a contar del anuncio de este concurso, podrán los concursantes solicitar por escrito cuantas aclaraciones consideren precisas, debiendo consignar claramente nombre y domicilio o apartado de correos, en que deseen recibirlas.
9ª PLAZO PARA RETIRAR LOS TRABAJOS PREMIADOS. Podrán ser retirados por la persona que presente el talón-resguardo a este Excmo. Ayuntamiento, Negociado 5º, después de transcurrir un mes de emitir el fallo, advirtiendo que, transcurrido el plazo de tres meses, los trabajos que no se hayan retirado, podrán ser destruidos.
10ª JURADO. Estará integrado en la forma siguiente:
  • Presidente: Ilmo. Sr. Alcalde de la Ciudad.
  • Vicepresidente: Teniente de Alcalde Delegado de Urbanismo y Obras Vocales.
  • El Concejal Delegado de Jardines.
  • Un Arquitecto designado por el Colegio Oficial de Arquitectura de Valladolid.
  • El Arquitecto Municipal
  • Secretario General del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad
11ª PLAZO DE ENTREGA DEL MONUMENTO. El plazo máximo de entrega del monumento y terminación de obras, no podrá exceder del día treinta de septiembre del año próximo mil novecientos sesenta y nueve, advirtiendo que, cada día que pase de mencionada fecha, sin hacer entrega del monumento totalmente terminado, le será descontado al adjudicatario o adjudicatarios, la cantidad de quince mil pesetas, por cada día de retraso.
12ª FORMA DE PAGO: El importe total de adjudicación de las obras, será abonado, la mitad, en el año 1969 y la otra mitad, el año 1970.
13ª ACEPTACIÓN DE BASES. Todos los concursantes, al solicitar su inscripción, se entiende aceptan todas y cada una de las bases expresadas, pudiendo el Jurado rechazar aquellos proyectos que no se ajusten a las mismas.
14ª La Corporación efectuará la adjudicación o libremente declarará desierto el concurso, sin que los concursantes tuvieren derecho a reclamación alguna.
En resumen: el monumento sería emplazado en los jardines de la Rosaleda y el presupuesto no debería exceder los 2.000.000 de pesetas. El plazo límite para su entrega concluía el 30 de septiembre de 1969, pues su inauguración coincidiría con la fecha del matrimonio de los Reyes Católicos y el Día de la Hispanidad.
Sus características también venían determinadas por las bases de la convocatoria: “se asentará sobre una base de granito de unos dos metros de altura y contará, por lo menos, con las dos figuras de los Reyes Católicos, que se presentarán con un tamaño entre dos y tres metros en bronce o piedra natural (o mármol), resistente a los agentes atmosféricos.

Foto tomada de http://domuspucelae.blogspot.com.es
El premio del concurso consistía en la adjudicación de la obra y un accésit de 50.000 pesetas. Se presentaron, además del de Antonio Vaquero-Carlos Balmori, otros siete proyectos, no pudiendo aparecer el nombre de ellos en la obra, sino solamente un número referencia:
  • 1. Ref. 2345. Guillermo Paredes Santiago
  • 2. Ref. 6297. Ángel Trapote Mateo
  • 3. Ref. 4778. José Luis Medina de Castro
  • 4. Ref. 2828. Bernardino Rodríguez Paredes
  • 5. Ref. 3636. Ana Jiménez López
  • 7. Ref. 4251. Julián Cebrián Prieto
  • 8. Ref. X1527. Ángel Orensanz (era el único escultor ajeno a Valladolid, concretamente de Zaragoza)
Boceto del Proyecto de Ana Jiménez
Proyecto de Ángel Orensanz
El proyecto ganador, dado a conocer a las “las diez horas del día trece de marzo de mil novecientos sesenta y nueve, en la Sala de Comisiones de esta Casa Consistorial”, fue el presentado conjuntamente por el escultor Antonio Vaquero y el arquitecto Carlos Balmori, con un presupuesto de 1.995.000 pesetas. Posteriormente se les comunicó a los
Este proyecto se había concebido como una fuente-escultura. La fuente, hoy desaparecida, era diseño de Balmori, y venía a complementar el grupo de los Reyes, elevado sobre pedestal, realizado por Vaquero. Estaba constituida por tres bandejas cuadradas, realizadas en piedra de Campaspero, la central desplazada hacia la parte izquierda del basamento, cuya superposición escalonada permitía el fluir ininterrumpido del agua de una a otra bandeja –expresión del eterno fluir de la Historia–, hasta caer en un estanque de borde recto en dos de sus lados y curvado en los extremos izquierdo y frontal.
El grupo de los Reyes Católicos se levantaba sobre un basamento cúbico de granito. Vaquero realizó en piedra de Sepúlveda, muy en su línea de figuras alargadas y manieristas, un monumento pleno de elegancia y estilización que evoca un idealismo poético muy puro. El boceto en yeso de los Reyes, de 1,25 metros de altura, se conserva hoy en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de Valladolid, habiendo sido donado en 1986 a dicha Institución por la viuda del escultor.

Boceto conservado en la Real Academia de la Purísima Concepción
De forma sorprendente para el claro significado político del monumento, pero acorde con las corrientes artísticas más o menos contemporáneas, Vaquero renunció aquí al narrativismo anecdótico y al colosalismo tradicionales en el concepto de monumento conmemorativo. Por el contrario, basándose en mínimos rasgos –fundamentalmente juveniles– ubicadores históricos de los personajes, dotó de un carácter extremadamente sencillo a las figuras transmitiendo así, mediante serenos gestos, una sensación de paz y sosiego no exenta de rasgos arcaicos; por ejemplo, los pliegues curvilíneos y caligráficos de la falda de la Reina Isabel, en posición sedente, cubierta su cabeza con severo tocado monjil.
Por su parte, el rey Fernando, de pie, girada levemente la cabeza hacia su derecha, adopta una actitud serena en nada grandilocuente. Su mano derecha descansa sobre el collar que adorna su pecho, mientras que la izquierda se esconde en la espalda.
Las caras del pedestal presentaban diversas inscripciones y adornos conmemorativos. La parte frontal mostrada en grandes caracteres el conocido lema de los Monarcas: “Tanto Monta”; el lado derecho la leyenda: “Isabel de Castilla-Fernando de Aragón 1469-1969”; mientras que en la cara posterior aparecía un relieve, en piedra blanca de Campaspero, con la representación del yugo y las flechas. Junto al basamento, en su lado derecho, se levantaba un monolito, simulando el fuste estriado de una columna, e interpretado como símbolo de la unidad de España.

La fortuna no acompañó al monumento, cuya construcción defectuosa, así como la considerable humedad de su emplazamiento, determinaron pronto importantes daños en sus cimientos y, en consecuencia, una progresiva inclinación de las figuras. Pero fueron sobre todo los continuados actos vandálicos –pinturas, roturas, etc…–, algunos de carácter reivindicativo debido al significado político del conjunto, los que motivaron que en 1992 se acometiera por parte del Director de Parques y Jardines del Ayuntamiento don Andrés Sabadell, un ambicioso proyecto de restauración, que finalmente quedó archivado, y el monumento siguió siendo objeto de agresiones y abandono general, provocando la desaparición de las placas de las bandejas de la fuente o haciendo prácticamente ilegibles las inscripciones.
En 1996 se acordó la restauración tan sólo del grupo de los Reyes y su traslado a la explanada frente al palacio de Congresos “Conde Ansúrez” de la Universidad de Valladolid, donde se conserva en la actualidad sobre basamento de granito construido ex-profeso. A mediados de noviembre del año 2013, gracias a una sugerencia de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, se decidió su traslado a los jardines del Colegio de Santa Cruz, un lugar más digno en el que se espera que abandone el ostracismo al que estaba condenado en su anterior emplazamiento.

Para finalizar el post, creo interesante reproducir el proyecto, a la postre ganador, que entregó Antonio Vaquero al concurso convocado por el Ayuntamiento:
MEMORIA
No hace mucho tiempo, en uno de los números extraordinarios dominicales del diario ABC de Madrid, aparecía un artículo, profusamente ilustrado con fotografías, en que se hablaba de los monumentos a la Reina Católica existentes en diversas partes del mundo, pudiéndose comprobar que la mayoría carecían de la característica de “monumentalidad”, reduciéndose a elementos escultóricos de muy pequeñas proporciones. No hay duda de que cualquier símbolo es suficiente para recordar un hecho o una persona, pero es necesario que el mismo se encuentre en consonancia con lo que se pretende conmemorar, pues si bien una lápida es bastante para recordar lo acaecido en el lugar de su emplazamiento, un monumento debe ir en consonancia con las circunstancias que lo promueven.
Por eso se ha pensado para Valladolid un monumento de la proporción debida a la categoría de la Ciudad y a acontecimiento que se conmemora, dentro de las disponibilidades económicas que se han enunciado en la convocatoria del concurso.
El monumento proyectado tiene un simbolismo elemental que se puede expresar en pocas líneas: es una conjunción de tierra y agua, elemento genuinamente representativo de la unidad, DESCUBRIMIENTO y UNIDAD, resumen del reinado de los Reyes Católicos.
De acuerdo con el pliego de condiciones del concurso, las figuras de los Reyes Católicos se sitúan sobre una base granítica de 2 x 1,50 m. con 2 m. de altura.
Se ha estudiado el conjunto de forma que, dado su emplazamiento, no presenta una sola visión frontal, sin que ofrezca diferentes puntos de vista, desde todo su alrededor, por lo que bien pudiera emplazarse en otro lugar, sugiriéndose como muy adecuado el cruce del Paseo de Zorrilla con la calle de Salamanca, lugar para el que toda la Ciudad reclama desde hace tiempo un elemento decorativo.
La composición admite un juego de luces, el cual pudiera instalarse si así se creyera conveniente.
Los materiales que integran el conjunto son los siguientes:
Estructura interior de fábrica de ladrillo y hormigón armado.
Acabados exteriores, según se especifica en los planos, de granito gris en el pedestal, piedra caliza con martillina gruesa en el remate de las bandejas de la fuente y alrededores de estanque, con gárgolas de granito verde pulido.
El grupo escultórico irá labrado en piedra de Sepúlveda y el relieve de las flechas y el yugo (que pudiera alterarse en su diseño para representar uno cualquiera de los reproducidos en monumentos de la época) en piedra caliza enmarcada en granito gris.
Las inscripciones se realizarán grabando directamente en granito la leyenda TANTO MONTA y en letras de bronce la que se señale para la conmemoración, para la que se reserva uno de los lados de la base.
PRESUPUESTO
1.– PARTE ESCULTÓRICA, constituida por el grupo de los reyes Isabel y Fernando, labrado en piedra de Sepúlveda, relieve con la alegoría de las flechas y el yugo labrado en piedra caliza y grabado de la inscripción sobre granito, incluidos materiales, mando de obra y honorarios, clocada en el sitio……………………………...….. 1.280.000 pts.
2.– PARTE CONSTRUCTIVA, constituida por infraestructura de cimientos de hormigón en masa, pilares y losas de hormigón armado, basamento de fábrica de ladrillo, revestimientos y chapados en granito gris de Ávila, con labrado fino, piedra caliza dada de martillina gruesa, gárgolas de granito verde pulido, instalación de agua y desagüe. Iluminación con toma de corriente a pie de obra. Recercados y bordillos de piedra caliza labrada con martilina gruesa. Todo ello completamente terminado y rematado, sobre terreno libre de obstáculos, incluidos beneficio industrial y honorarios…… 715.000 pts.

BIBLIOGRAFÍA
  • CANO DE GARDOQUI, José Luis: La escultura pública en la ciudad de Valladolid, Universidad de Valladolid, Valladolid, 2000.

2 comentarios:

  1. Es una excelente noticia el traslado de esta monumental estatua a un lugar más digno. Gran trabajo en tu artículo, como siempre.

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    1. Muchísimas Gracias!! Tu página de fotos de Valladolid no se queda atrás, siempre sabes sacar el lado bonito o curioso de la ciudad, enhorabuena!!!

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