viernes, 10 de octubre de 2014

EXPOSICIÓN: "CUADRADO LOMÁS. Viaje creativo desde 1957"


Entre el 5 de septiembre y el 19 de octubre de este año se viene desarrollando en la maravillosa sala municipal de exposiciones de "Las Francesas" una completísima retrospectiva de la obra del pintor Félix Cuadrado Lomas, desde sus inicios hasta este mismo año de 2014.
Antes de comentar la exposición y ver fotos de los cuadros del genial pintor me gustaría hacer tres observaciones: primeramente, dar las gracias a la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid por las facilidades dadas para hacer fotos en la exposición y poder mostrárosla; segundo, agradecer al Ayuntamiento el permitirnos disfrutar de esta gran exhibición; y, sobre todo, me gustaría pedir desde este humilde blog el PREMIO DE CASTILLA Y LEÓN DE LAS ARTES para FÉLIX CUADRADO LOMAS, pintor decano de la ciudad, creador de un universo iconográfico y de una obra que no deja indiferente a nadie. ¡Puro color y geometría! #CuadradoLomasPremioCyL

Ojalá siga creando durante mucho tiempo y nos siga deleitando con esos maravillosos palomares, viñas, toreros, carnes y huesos, bodegones, tierras construidas y, sobre todo, mulas, mis preferidas. Próximamente colgaré en el blog nuevas entradas en las que se profundizará en la biografía y obra del pintor, que por si no se ha notado me encanta. Me gustaría advertir que todas las fotos que aparecen son de obras que se pueden visionar en la exposición, ya tendremos ocasión de ver muchísimas más de su amplia producción en las entradas que, como acabo de decir, se le dedicarán en breve. Lo que pretendo con esto es que si os gusta alguna de las pinturas que vais a ver la podáis ir a contemplar en vivo y en directo.

A finales de la década de 1950, las casetas y atracciones de las Ferias de San Mateo ocupaban el Paseo central de las Moreras y algunos puestos incluso se extendían hasta Correos. Cuando concluía la semana, las luces se apagaban, los arcos desaparecían y muchos se despedían hasta el año siguiente. Peo otros, sobre todo los propietarios de los carruseles, esperaban algún tiempo más hasta enlazar con las del Pilar de Zaragoza. Es en ese mismo instante de despedida cuando Félix Cuadrado Lomas pintó uno de sus cuadros más antiguos, Fin de feria, un óleo sobre arpillera fechado en 1958.

Fin de feria (1958)
Este referido cuadro y La siesta en Calzada de los Molinos, de 1957, no son sólo los cuadros más antiguos de la exposición, sino que pertenecen a la primera etapa, cuando empezó a mostrar su obra. Son por tanto el comienzo del recorrido creativo que propone la exposición y que culmina con La planificación de la llanura o Primera postimpresionista en Castilla, lienzos realizados en este mismo año de 2014. Décadas en las que el artista ha ido evolucionando hacia lo esencial, hacia esa síntesis de la realidad que son sus obras, hasta el dominio absoluto del color para jugar a perderlo alguna vez en diez dibujos de Tierras construidas, que eran sólo líneas y significaban una declaración de intenciones. Años en los que ha pintado sobre todo tipo de soportes: lienzo, tabla, cartulina, papel, cartón o, incluso, hojas de cuaderno; y se ha expresado con todas las técnicas, desde la acuarela al óleo y de la tinta al carbón.

La siesta en Calzada de los Molinos (1957)
Primavera Postimpresionista en Castilla (2014)
Sin embargo, en todo este tiempo Cuadrado Lomas sólo ha pintado lo que conoce, ama o le sorprende y, siempre del natural, con frío o con calor, para atrapar las luces y los colores, para experimentar sensaciones que transmitir, para imaginar la llanura infinita. Por eso, incluso, tituló una serie Las estaciones en el paisaje de por aquí y comenzó plasmando una calle de Calzada de los Molinos, el pueblo palentino de donde era su madre, en el que pasó algunos años en su infancia y aprendió a conocer la tierra; o las luces perdidas de la Feria de su ciudad, Valladolid, en la que nació el 4 de diciembre de 1930, en la calle de Panaderos, junto al Caño Argales, en pleno barrio de San Andrés.
Parte siempre de la realidad –a veces el dibujo que luego transformará con los pinceles– para interpretarla y convertirla en algo nuevo, y ha pasado por numerosas etapas en las que ha dejado algunos temas, ha retomado otros y, sin olvidar sus premisas fundamentales, como la de que no se puede pintar lo que no se conoce, se ha ido acercando a la síntesis expresiva mientras intentaba lograr la perfección a través de un proceso continuo de formación.

Cabras (1971)
Estudió con los Jesuitas y en el Instituto Zorrilla y llegó con 16 años a la Escuela de Artes y Oficios, donde aprendió a dibujar y pasó tres cursos, tras los que, como no se pintaba, dio por terminado su periodo de formación oficial para seguir aprendiendo por su cuenta, como un autodidacta con una base muy sólida.
Trabajó en los más diversos oficios: cobrador de recibos, aprendiz en una tienda de zapatos y escaparatista de una tienda de confección, al mismo tiempo preparaba su primera exposición de óleos con Luis Sanz, que presentó en la Casa de Galicia. Poco después colgó en el Ayuntamiento una colección de cuadros de influencia impresionista protagonizado por Valladolid: desde el Campo Grande o una terraza del Poniente junto con las barcas en el Pisuerga. Sin embargo, encontró su propio estilo un poco más tarde, cuando pintó un paisaje de Cabezón desde la orilla del río, un pequeño cuadro en el que aparecen ya las tierras interpretadas según su peculiar geometría.

Cuadrado Lomas en su primera exposición (1957)
Entre 1959 y 1961 recorrió con el escritor Enrique Gavilán la provincia de Valladolid para ilustrar Tierras de pan y vino, una serie de artículos que se publicaron en El Norte de Castilla y diez años después fueron recopilados en un libro que prologó Miguel Delibes. Poco después demostró con una exposición en el Colegio de Santa Cruz que cualquier tema, desde las cabezas desolladas a los bodegones, le sirven para dar su particular visión del mundo, así que ha seguido haciéndolos y evolucionando con ellos, como demuestran los reunidos en la exposición, entre los que hay alguno de los años 2012 y 2013.
El primer libro de grabados, acompañado de poemas de Justo Alejo, lo dedicó en 1962 a las mulas, a las que ha pintado de todas las formas y tamaños, juntas y separadas, con fondo amarillo y con tierra, blancas o tordas. Imprescindibles en este recorrido, parecen a veces casi humanas y capaces de reflejar la tristeza por lo que fue y se perdió en el tiempo.

Mula torda (2008)
Las mulas están unidas al campo, a las casas y a los palomares, como el situado frente a la planicie que representa en esta exposición la obra realizada en 2014. A veces también han estado colgadas en las salas junto a las cabras, los toros y los toreros que, al igual que los desnudos, son las figuras frente a unos paisajes solitarios y, sin embargo, habitados. Lugares que en ocasiones destacan por los verdes jalonados con chopos o tienen el rojo de las amapolas, para convertirse luego en tierras construidas o en el resultado de la planificación de la llanura por el artista. Son quizá su obra más sorprendente, la síntesis de su pensamiento y el resumen de la constante evolución.
Mulas con carro (1999)
Durante esos años, Cuadrado Lomas ha mostrado su obra en numerosas exposiciones individuales y algunas colectivas, ha hecho libros y carpetas de grabados, como Flores, Palomares, Desnudos o Paisajes; dibujando los Retazos de Torozos que escribió Blas Pajarero o ilustrado los Pliegos de cordel vallisoletano de la Librería Relieve. Ha viajado y pintado por España, Portugal, Francia, Italia, Marruecos o México, y ha formado parte del denominado Grupo Simancas junto con Jorge Vidal, Fernando Santiago “Jacobo”, Domingo Criado, Gabino Gaona y Francisco Sabadell cuyas obras reunió la Fundación Villalar en una exposición que acogió el Museo Patio Herreriano en el año 2011. Antes, en el 2003, la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León le dedicó una exposición itinerante.

Cuadrado Lomas en la Sala Jacobo con Francisco Sabadell, Gabino Gaona, J. L. Hermosa, Tico Medina, Blas Pajarero, Pablo Riverita, Fernando E. Fenoll y Ubaldo Cuadrado Lomas (1969)
Pero Cuadrado Lomas, que ha recibido, entre otros, el Premio a la Trayectoria Artística de la Diputación Provincial y el pasado noviembre ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción como académico de honor, ha sentido sobre todo pasión por el dibujo. Convencido de que sin saber dibujar no se puede pintar, no sólo pasó tres años en la Escuela de Bellas Artes y Oficios aprendiendo a hacerlo, sino que durante toda su vida ha trazado sobre papel, cartulina o una hoja de cuaderno cuanto veía. Muchas veces con tinta china, en la calle y en el campo, en los lugares que forman parte de su entorno cotidiano y en aquellas otras que visitaba por primera vez.

Acto de nombramiento de Cuadrado Lomas como académico de mérito de la Academia de la Purísima. Momento de su discurso
A continuación vamos a dar un repaso más amplio a la exposición. Como no tiene una línea argumental se puede empezar y acabar como se quiera. La muestra está dividida en diferentes secciones que representan cada una de las temáticas que ha tratado el pintor:
Viñas
Se trata de una de las últimas series creadas por Cuadrado Lomas. Si bien en diciembre de 1962 presentó en la Galería Castilla de la calle de la Pasión unos trabajos en técnicas mixtas sobre cartulina en los que ya aparecían viñas, no fue hasta el invierno de 2000-2001 en que sale con su hijo Saúl al campo a dibujar viñas podadas cuando el tema coge relevancia. De estos dibujos surgirán media docena de pinturas que expuso en la galería Rafael. Las viñas poseen un juego de contrastes entre las cepas y las tierras, rojas o negras. Son cuadros de gran fuerza expresionista, composiciones cromáticas que transmiten la sensación del cambio de las estaciones en La Seca, Serrada, Cigales o Toro.

Cepas negras en viñas verdes (2012)
Viñas en rojo (2010)

Mulas
La temática de las mulas protagoniza buena parte de su obra desde los años 60. Las ha pintado de todas las formas y tamaños y son como el reflejo de su evolución artística, ya que han ido cambiando desde que surgieron en un mercado de Villalón, agrupadas y preparadas para la venta. Sus mulas han adquirido una personalidad casi humana e incluso a veces, cuando forman parte de sus paisajes geométricos, parece que charlan entre ellas o contemplan al espectador como a alguien conocido al que ya han visto antes. Son el elemento vital de los espacios, de las tierras en primavera en las que los verdes dialogan con los amarillos, o de los dibujos sobre cualquier superficie. También surgen las mulas sobre fondos grises, rosas o azules, y casi siempre a pares, en la yunta, con alforjas, en cebadera o en el campo, cada una por su lado. Incluso tiran de un carro rojo, detenido en el anochecer, o paradas y cabizbajas sugieren la imagen de un tiempo que ya no existe.

Mulas con tierra (1993)
Mulas con tierra (1993)
Mula con fondo amarillo (2003)

Paisajes y Tierras construidas
Quizás sea su temática por excelencia, sin duda el más tratado. Desde sus comienzos artísticos en la década de 1950 hasta hoy día ha reflejado el paisaje castellano sin interrupción. Tierras inaugura el de las grandes panorámicas de la meseta castellana. Desde el punto de vista de la ejecución convergen la nueva estructura geométrica y la materia pictórica densa y agitada. Hay ya un claro sometimiento de esta última a los márgenes fijados por la línea. Así en Tierras los surcos se distribuyen metódicamente en el interior de las lindes, lo que no les impide sobresalir visualmente en razón de su relieve brillante. 

Vista de Simancas
Paisaje verde con chopos (2011)
Paisaje con amapolas (2011)
Paisaje con chopos (1989)
Probablemente sea en el paisaje donde el pintor deja mayor consistencia de la depuración compositiva y formal de su obra. Será un proceso explorativo, simultáneo, del paisaje y de la forma plástica que culmina con lo que el artista denomina Tierras construidas. La vocación esencialista de la representación del paisaje, la simplicidad de medios y formas autoimpuestas, no implican sin embargo plasmación genérica del paisaje. Muy al contrario la observación meticulosa de su autor es llevada al lienzo con la misma precisión. Cada cambio de nivel, cada aparición o desaparición de los caminos, de las lindes, cada cambio de color, de tonalidad, la presencia estacional que transforma el color de las tierras: ocres, pardas, verdes… como en la serie Las Estaciones en el paisaje de por aquí (1989), son registrados con precisión. Así estos paisajes se convierten en topografías minuciosas de un fragmento temporal relativamente corto.

Paisaje en contraste (2011)
Paisaje cantón (2011)
Tierras construídas (2011)
Planificación de la llanura (2011)
Planificación de la llanura (2011)
Tierras planificadas (2011)

Bodegones
Los bodegones de frutas y hortalizas están presentes en su obra desde el comienzo, si bien será en la década de 1990 cuando muestre un mayor interés por los bodegones. Las frutas colocadas sobre las mesas parecen competir por la adquisición de corporeidad con los elementos que les rodean, por ejemplo, los pepinos al mantel arrugado a medio recoger en Bodegón con pepinos.
El tratamiento de los planos y la extrema síntesis en la representación de las frutas nos transporta directamente a la frase de Juan Gris: “Cézanne convierte una botella en un cilindro, pero yo hago una botella de un cilindro”. Al igual que Gris, Cuadrado Lomas podría decir, en esta pintura, que hace un mantel de un rombo.

Bodegón con membrillos, maiz y pared encalada (2012)
Bodegón de pan, vino y mantel (2013)
Bodegón de peras (2000)
Bodegón con sandía (2000)
Bodegón con pepinos (2011)
Bodegón de membrillos (2011)
Palomares
Además del paisaje castellano, en general, le interesan ciertas construcciones humanas que lo pueblan: los palomares. Los reproducirá una y otra vez, hasta el punto de constituir otro de los subgéneros del paisaje; cuerpos geométricos puros: prismas y cilindros, que situados en el territorio abierto se nos ofrecen como mojones que nos guían en la extensa llanura. Los palomares parecen la perfecta simbiosis entre la tierra y la simplicidad cilíndrica de las construcciones.

El palomar frente a la llana planicie (2014)
Palomares

Desnudos
Los desnudos constituyen otra parte importante del trabajo de Cuadrado Lomas. Género por antonomasia de la tradición pictórica clasicista, le ofrece la posibilidad de ejercitar su destreza mediante los escorzos forzados y la fijación del modelado corporal, logrado casi siempre de forma sencilla, mediante intensas y controladas sombras sobre el cuerpo. Las posturas remiten con frecuencia a las empleadas por algunos de los grandes maestros y que han quedado inscritas en la Historia del Arte como iconografías universales.  Los desnudos de Cuadrado Lomas se hallan por tanto repletos de citas, de alusiones a la historia de la pintura, de cultismos.

Desnudo (2013)
Desnudo (2013)
Desnudo (2011)
Toreros
He aquí otra de las iconografías más queridas por el artista. De 1956 data un excelente dibujo a lápiz: Toreros, en el que dos figuras alineadas, con la montera y el capote en la mano, que será el embrión de una larga serie dedicada a la fiesta nacional y que bajo el taurino título de “30 pinturas 30” expondrá en la Sala de las Francesas de Valladolid.
De la fiesta de los toros le interesa a Cuadrado Lomas la puesta en escena, más que la acción propiamente dicha. En efecto, en ese teatro de las formas, consubstancial a cualquier acto codificado, lo que le interesa: las posturas de los actuantes antes y después de entrar en acción, los gestos entre bambalinas, las maneras mostradas en las relaciones con los compañeros dentro del ruedo… y junto a ello lo que el artista denomina “barroquismo”, particularmente manifiesto en las retóricas decoraciones de los trajes de luces y los capotes.  Figuras solemnes, capturadas en esos tiempos intermedios: entre los toros, entre las suertes, en los momentos previos al inicio de la corrida o tras su finalización… Figuras que transmiten su tensión previa a la espera de su enfrentamiento con la bestia, su temple, su autocontrol.

Banderilla y claveles (1991)
Banderillero negro y grana (1987)
Carnes y huesos
Otra larga serie es la denominada “Carnes y huesos” en la que a la manera de Soutine, seguramente que recordando el Buey desollado de Rembrandt, aunque no tan brutalmente, intenta sondear las interioridades de los animales y exponer el resultado con toda crudeza. Esta serie protagonizó una exposición en la sala Arcón de Simancas. Es la interpretación artística de una visita a la carnicería y uno de los singulares juegos a los que se ha entregado de vez en cuando.
Particularmente intensa es la visión en primer plano de las cabezas de vaca, con la definición detallada de su fisionomía: las divisiones musculares, la dentadura que parece querer escapar de la mandíbula, los enormes pero inexpresivos ojos, la poderosa lengua desvanecida.

Cabeza desollada (1974)
Hueso descarnado (2011)
Bodegón gris con cráneo (2011)

Dibujos y grabados
En la década de 1960, protagonistas de sus apuntes, que luego convirtió en grabados xilográficos sobre plancha de cartón, fueron bebedores, esos personajes que encontraba en los bares de Valladolid, especialmente en “El Socia”, lugar que formó parte de la historia local. Ahora, alguna de todas estas obras están reunidas en esta bella Sala Municipal de la iglesia de las Francesas.
En cuanto a los dibujos, la exposición nos muestra una buena cantidad de representaciones de localidades de la provincia de Valladolid, ciudades de Castilla y León y de España, y alguna que otra ciudad extranjera, como pueda ser Roma, Lisboa, Nazaré, Florencia o Cholula. Especial atención merece un Autorretrato y cuadro dibujos de Valladolid que nos remiten a un Pucela perdida: el mercado de Portugalete, las casas nobles del barrio de San Martín o la bellísima calle de Santo Domingo de Guzmán antes de ser parcialmente mutilada. En fin, Valladolid en estado puro.

Caballo muerto (1964)
Viña empinada
Vista de Simancas (2010)
Simancas. El puente romano
Roma. Vista de los Foros Imperiales (2002)
Florencia. Vista de las casas que dan al río Arno (1970)
Autorretrato (1966)
Alcazaba en el valle del Dades (Marruecos) (1991)
Catedral y Mercado de Portugalete (1972)
Torre de San Martín (1972)
Monasterio de San Benito el Real y Mercado del Val (1972)
Calle de Santo Domingo de Guzmán (1972)

BIBLIOGRAFÍA
  • CUADRADO LOMAS, Félix: Cuadrado Lomas, Junta de Castilla y León, Valladolid, 2003.
  • VILORIA, María Aurora: “Félix Cuadrado-Lomas” en LÓPEZ ANTUÑANO, José Gabriel y ÁLVAREZ, Silvia: Personajes vallisoletanos, I, Valladolid 2002, pp. 531-544.
  • VV.AA.: Cuadrado Lomas: un recorrido por su pintura, Colegio Lourdes, Valladolid, 2010.

1 comentario:

  1. Muy interesante, fui a verla y me desilusionó que no dejaran hacer fotografías, pero tu las has realizado mucho mejor

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