lunes, 21 de enero de 2019

EXPOSICIÓN. "Lo mejor de los nuestros. Luz y Paciencia en los Premios Castilla y León de las Artes"


Desde el 13 de diciembre del pasado año hasta el 28 de febrero del presente se puede visitar en la iglesia del Monasterio de Nuestra Señora de Prado, espacio sugerente (y poco conocido para el público en general) donde los hay, la exposición “Lo mejor de los nuestros. Luz y Paciencia en los Premios Castilla y León de las Artes”, en la que se muestra un recorrido por todos los artistas agraciados con este premio desde su creación. Entre ellos destacan nombres de escultores tan importantes como Baltasar Lobo o Venancio Blanco, o de pintores tan internacionales como Esteban Vicente, miembro de la primera generación neoyorquina del Expresionismo abstracto. La muestra se puede visitar en horario de Martes a Domingo de 11 a 14 h. A continuación inserto el texto que ha compuesto para la exposición el comisario de la misma, Fernando García Malmierca.
 
ANA JIMÉNEZ. Doña Juana (1981)
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CUASANTE. Figuras (1977)
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CUASANTE. Salón rojo (1993)
Como decía Antonio Machado, hay dos modos de conciencia: una es luz, y otra, paciencia.
El motivo de esta exposición es reunir a todos los premios de Castilla y León de las Artes en su modalidad de artes plásticas. El recorrido es un camino por la memoria a través de nuestros artistas, desde el primer premiado Juan Manuel Díaz-Caneja en 1984 han transcurrido treinta y cuatro años y precisamente en 2019 se cumple el 30 aniversario del fallecimiento del pintor.
A la hora de recopilar y reunir la obra de los autores premiados desde los años ochenta a la actualidad, veremos distintas tendencias artísticas: figuración, abstracción, informalismo, expresionismo, etc. Pero lo importante es rastrear el alma, ese punto de cohesión que recorre una región tan extensa, con tantas referencias culturales y con una historia tan rica como la reflejada en la muestra que presentamos.
 
ESTEBAN VICENTE. Melody (1993)
ESTEBAN VICENTE. Espacio (1999)
JUAN MANUEL DÍAZ-CANEJA. Nube blanca (1986)
A pesar del peso de la historia, nuestros artistas no se han quedado anclados en el pasado, en la tradición, han sabido renovarse, conservando, eso sí, el modus operandi, la paciencia, que da una mejor visión de conjunto, el trabajo bien hecho y el sello de lo meditado y lo reposado a conciencia.
A la hora de comisariar esta exposición, enseguida surgió el tema de lo heterogéneo de la misma, a la vez de la dificultad de reunir, por primera vez, la obra dispersa por toda Castilla y León y otras comunidades, de dieciocho artistas, pero en realidad es mucho lo que los une: su calidad formal y su factura impecable, con fuertes raíces en la tradición, más sin renunciar a la investigación y evolución formal y conceptual.
Si algo puede definir el espíritu, tanto artístico como existencial de Castilla y León, es esa dualidad que hace fluctuar el espíritu entre la grata iluminación, la chispa creativa, y el constante empecinamiento en el esfuerzo, la entrega, lucha solitaria y el amor al trabajo, que aunque sea ingrato lleva a arrancarle resultados a las Musas.
 
JOSÉ MARÍA MEZQUITA GULLÓN. Mesa verde (1992-1993)
BALTASAR LOBO. Torso (1958)
MODESTO CIRUELOS. Abstracción (1957)
VENANCIO BLANCO. Guerrero de Riace (1981)
Nuestros artistas han vivido los movimientos más punteros de las Vanguardias, la abstracción y el arte contemporáneo en general, pero teniendo siempre en cuenta sus raíces y su alma vinculada a la tierra, esta tierra de soñadores que tantas veces han tenido que irse lejos para encontrar su horizonte.
Los premios no lo son todo, pero son un indicio sobresaliente de lo que hay, del pulso creativo que subyace y a la vez permite que se articulen grandes figuras del arte.
En el acervo cultural castellano y leonés tenemos enormes figuras literarias, artísticas y del mundo de la cultura en general, a la vez su obra es sólida, trabajada, cincelada con esfuerzo y responsabilidad. Nuestros artistas no son tal vez tan mediáticos, pero podemos decir que duran en el tiempo, hacen trabajos sólidos que no se llevan los vientos de la moda.
 
JOSÉ VELA ZANETTI. Bodegón (1956)
ALBERTO BAÑUELOS FOURNIER. Del espacio C nº 5, Luna (1999)
ÁGUEDA DE LA PISA. Exhaustiva vigilia (1989)
CRISTÓBAL GABARRÓN. Serie Palma 41 (1992-1995)
JOSÉ SÁNCHEZ-CARRALERO. Vísperas II (1994)
La historia de los premios se remonta a los años ochenta del siglo XX, una época de gran ebullición de las artes y en la cultura en general, el honor del premio ha correspondido a figuras tan determinantes dentro del arte contemporáneo como Baltasar Lobo, amigo e interlocutor de Picasso, Díaz-Caneja, gran amante del paisaje castellano con sus múltiples interpretaciones, Vela Zanetti, que realizó el mural sobre La Paz para la ONU; Esteban Vicente, sensibilidad y matices cromáticos, con una gran trayectoria internacional o un Venancio Blanco enraizado en la cultura popular, así como Castilviejo, gran amante de nuestras raíces y sus gentes, Ana Jiménez y su investigación orgánica y existencial.
También José María Mezquita y sus obras en constante evolución, Cuasante, investigador formal de enorme sensibilidad o el escultor Alberto Bañuelos y su trayectoria hacia la geometría y la abstracción en sus formas cada vez más depuradas. Nuestros entrañables Gabarrón, con su interés sobre la multiculturalidad y el olimpismo o Luis Sáez Díaz con sus espacios oníricos. No podemos dejar de mencionar a José Núñez Larraz, auténtico maestro de generaciones de fotógrafos, nuestro Ángel Mateos que fue capaz de crear esas formas tan sugerentes en hormigón y otros materiales punteros para el arte. Enrique Seco San Esteban y su particular visión de nuestro entorno cotidiano y las costumbres más arraigadas. Águeda de la Pisa con sus formas puras y colores sutiles. También José Sánchez-Carralero y su fuerza expresiva aplicada a una tradición en continua evolución o Modesto Ciruelos y su trascendental trayectoria internacional.
JOSÉ SÁNCHEZ-CARRALERO. Urueña (2007)
JOSÉ SÁNCHEZ-CARRALERO. Por tierras de Valladolid (1998-2000)
JOSÉ MARÍA CASTILVIEJO. Casas de pueblo (S/D)
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CUASANTE. Tren rojo (1993)
JOSÉ MARÍA CASTILVIEJO. Estibador (S/D)


No hay comentarios:

Publicar un comentario