jueves, 27 de junio de 2013

EL RETABLO DE LA VIDA DE SAN JERÓNIMO DEL MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA


El retablo de San Jerónimo (óleo sobre tabla, 2,24 x 0,66 m.) es una de las obras pictóricas más importantes y de mayor categoría de cuantas conserva el Museo Nacional de Escultura. El retablo llegó al Museo Provincial procedente del convento jerónimo de la Mejorada de Olmedo. Las pinturas fueron ya tempranamente atribuidas al pintor Jorge Inglés, “célebre por el famoso retablo de Nuestra Señora de los Ángeles que le encargara el marqués de Santillana para el hospital de Buitrago”.

Esta fotografía y los detalles del mismo proceden de: http://museoescultura.mcu.es/
El retablo consta de una estructura de finas tracerías góticas, arcos angrelados y doseletes. Las diferentes escenas narran los principales acontecimientos hagiográficos de la vida de San Jerónimo. Los dos episodios milagrosos del cuerpo superior hacen referencia a la milagrosa domesticación del león después de extraerle la espina de la pata, y de la conversión de león en una ayuda para la comunidad, mostrando el camino del monasterio a unos mercaderes perdidos. La historia del león, convertido en un compañero inseparable de San Jerónimo en su iconografía, es una trasposición referida al hecho acontecido a San Gerásimo, un desconocido anacoreta palestino, de cuya hagiografía se apropiarían los relatos relativo a San Jerónimo.

La milagrosa domesticación de león
El león ayudando a unos mercaderes a llegar al Convento de San Jerónimo
Las escenas del cuerpo inferior cuentan, en una atmósfera llena de intimismo y detalle, la Última comunión del santo y el Entierro de San Jerónimo. La narración del buen morir de San Jerónimo es fruto del texto apócrifo de Eusebio de Cremona, un tema tardío que inicia su andadura a finales del siglo XV y que tendrá cierto éxito a partir del movimiento contrarreformista.

La última comunión de San Jerónimo
El entierro de San Jerónimo
En el banco la representación de cuatro santos, flanqueando dos a dos la imagen de Cristo varón de dolores con las figuras dolientes de San Juan y la Virgen, encaja con los presupuestos iconográficos del momento. Además de San Agustín y San Gregorio, las imágenes de Santo Domingo y San Sebastián vienen a completar el conjunto. La consolidación y limpieza del retablo sirvió para descubrir la punta de la flecha que sostiene San Sebastián en sus manos, disipando así la creencia de que se trataba de la figura del posible donante. La interpretación correcta de este personaje, que ya había sido afirmada por Post, llama la atención por el tratamiento de sus ropajes vistosos y elegantes, siguiendo un modelo habitual en la época alejado del tradicional San Sebastián desnudo y asaeteado.

La Virgen
Cristo Varón de Dolores
San Juan
Aunque en un principio se desconocía el nombre del donante que mandó realizar el retablo, las armas heráldicas que muestra, pertenecientes a algún eclesiástico de la familia Fonseca, corresponden a don Alonso de Fonseca (1418-1473), arzobispo de Sevilla. Dicho personaje emprendería distintas obras de mecenazgo artístico entre las que hay que destacar esta magnífica obra. Una crónica del Monasterio de la Mejorada (fechada a partir de 1572) proporciona la noticia de su donación, al indicar que había sido “Don alonsso de fonseca Arçobispo de Sevilla”, quien “nos hizo los retablos de sant bartolomé y sant jerónimo”, aclarando definitivamente el origen de este retablo.

Santo Domingo
San Gregorio
San Sebastián
San Agustín
Ambos retablos estarían ubicados en la nave de la iglesia monacal. De allí se retirarían a comienzos del siglo XVIII, entre 1703 y 1706, sustituidos por dos retablos bajo las mismas advocaciones primitivas con estructura de talla y pinturas de Lucas Jordán, que se trasladaron después de la desamortización a la capilla de la Soterraña, en la iglesia de San Miguel, donde todavía se encuentran. Los retablos donados por Don Alonso desaparecen ahora de su ubicación original. Así, el retablo de San Jerónimo pasa a ocupar una de las esquinas del primer claustro, desde donde es trasladado a Valladolid. Asimismo, es entonces cuando el dedicado a San Bartolomé, quizás debido a la misma mano de Jorge Ingles, desaparecería o se llevaría a otro lugar en la actualidad ignorado.

Retablo de San Jerónimo
Retablo de San Bartolomé
La presencia de don Alonso ocupando la sede abulense, a cuya demarcación pertenecía Olmedo, explica la relación de obispo con este insigne cenobio. Al mismo tiempo, el intercambio de los derechos de señorío sobre las villas de Coca y Saldaña, que llevara a cabo este personaje con el mismo Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, explicaría el encargo de la pintura a un artista como Jorge Inglés, que ya había trabajado para él.

Retablo del Hospital de Buitrago o de los Gozos de Santa María
Estilísticamente, el retablo de San Jerónimo sigue los esquemas empleados por el maestro en el retablo de Buitrago (primera pintura hispanoflamenca castellana documentada), hispanizando de algún modo los tipos humanos dentro de plegados amplios y acartonados, a favor de un realismo trágico y concentrado que siempre ha llamado la atención a la hora de profundizar en su estudio. El tratamiento cuidadoso de la anécdota y el detallismo en el paisaje suponen una aportación fundamental y realmente temprana a la historia de la pintura española. En definitiva estamos ante una obra realmente maravillosa y fastuosa.

BIBLIOGRAFÍA
  • ARIAS MARTÍNEZ, Manuel: “Sobre el retablo de San Jerónimo del pintor Jorge Inglés”, Boletín del Museo Nacional de Escultura, núm. 1, 1996-1997, pp. 7-14.
  • VV.AA.: Pintura del Museo Nacional de Escultura, Museo Nacional de Escultura, Valladolid, 2001.

1 comentario:

  1. Muy buena como todas las entradas y con fantásticas fotografías pero sobre todo agradecerte tu constancia en sacar nuevos temas cada semana (es un esfuerzo). A ver si hay suerte y en Madrid o en Valladolid se puede hacer lgún día una pequeña muestra de todo lo conservado de Jorge Inglés del que cada año se va descubriendo alguna obra nueva.
    Solo como pequeña pega poner en duda la atribución de la autoría a Giordano de las pinturas de los retablos nuevos, el San Jerónimo, no me parece de suficiente calidad pero vaya, pero el San Bartolomé o está muy repintado o seguro que no, de hecho me suena que es una copia del San Bartolomé de Navarrate el mudo de los retablos del Escorial

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