José
Noriega nace en Valladolid en 1948. Es un artista plástico, y editor, que se
expresa con cuantos elementos tiene a mano. Escultor, ceramista, especialidad
en la que ha conseguido en Barcelona muy importantes recompensas, pintor,
dibujante y tejedor de muy interesantes tapices. Combina todas estas técnicas
para crear formas inverosímiles y anárquicas, extraños seres informes,
completamente abstractos. Ha recibido también el impacto de la pintura rupestre
levantina, que le sugiere imágenes sicalípticas ligadas al desarrollo y a la supervivencia
del género humano. Pero sobre todo busca recoger la tradición ceramista
castellana para aplicarla a la conceptualización estética de la modernidad.
Taller del artista en Velliza (Valladolid) |
Estudia
en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid, institución en la que en 1969
realiza una exposición. Colores sorprendentes, que al azar distribuía por el
papel gracias a una técnica muy original con ácidos incoloros, sobre papel
fotográfico, que relacionaban de forma insólita e imprevista. A la vista del
interés que revelan sus primeras manifestaciones artísticas comenzará a exponer
en la Sala Martí y Monsó en 1969 y en la Caja de Ahorros Provincial de 1970 y
1972, la Diputación Provincial de Valladolid le concede una beca durante los
cursos 1972-1973 y 1973-1974. Esta ayuda, representa un pequeño alivio para el
artista, que puede así adquirir materiales y seguir trabajando en sus
esculturas después de las largas jornadas dedicadas al trabajo en la fábrica.
Pero la vocación artística de Noriega va superando todos los esfuerzos, muy
duros durante aquellos años.
Va
a ser de una gran trascendencia para José Noriega las exposiciones llevadas a
cabo simultáneamente en Valladolid: una que fue suficiente para llenar la
Galería Castilla, a pesar de su gran amplitud, y otra que instaló en esas
mismas fechas en la Caja de Ahorros Provincial. Esta última representó algo
totalmente nuevo en lo que respecta a la relación tiempo-espacio, a la creación
de ambientes y a la animación espacial.
En
1973 realiza exposiciones en Antequera (Málaga) y en la Caja de Ahorros
Provincial de León. En 1974 en Galería de la Rambla, Tarragona, y en la Caja de
Ahorros Provincial de Valladolid. En 1976 en la Galería Carmen Durando de
Valladolid. Exposiciones colectivas en 1970 “abstracción I.N.E.A. 1970”. Desde
1970 a 1975 está presente en las exposiciones Nacionales celebradas en
Valladolid. En 1972 es seleccionado en la Colectiva de Inauguración de la
Galería Castilla de Valladolid. En ese mismo año está presente en la exposición
colectiva que organiza el Museo Nacional de Escultura de Valladolid sobre
“Pequeña Escultura”. En 1976 Accésit del Premio Nacional Valladolid de
Escultura. En 1977 obtiene el Premio Nacional Valladolid de Escultura, y el Premio Valladolid de Pintura que obtuvo
en la Bienal vallisoletana de 1984. Ha realizado los siguientes montajes: en
1973 Grupo Abierto T.V.E. En 1974 Universidad Laboral de Tarragona.
Desde
finales de los años 80 agrupa sus realizaciones bajo el título genérico de
"Paisajes Convencionales". La primera vez que presenta esta serie es
en ARCO 89. Desde entonces trabaja en ella: una obra cargada de una poesía
descreída, a veces áspera, más interesada en la reflexión íntima sobre la
sustancia de la vida que en la cambiante demanda de novedad estética requerida
por el mercado.
Posteriormente
Noriega dirigió sus esfuerzos hacia la cerámica y sus investigaciones
especiales, para lograr diferentes coloraciones y variaciones en la materia,
según el tipo de cocción de piezas. Pero el interés de este artista por la
cerámica, responde a un sentido neto escultórico, a la necesidad de sentir el
estímulo táctil, tangible de la materia. A su clara vocación de expresarse en
las tres dimensiones. En este sentido sucede lo mismo con el lápiz,
especialidad en la que sus aportaciones han sido de un gran interés.
Su
primera muestra escultórica fue en Valladolid en 1971. Una serie de obras más o
menos exentas, plafones, construidos casi geométricamente, concibiendo el
espacio con mente arquitectónica, bajorrelieves tallados en madera, y junto a
ello una serie de metamorfosis de técnicas, que en esencia revelaban una enorme
inquietud. Noriega incorporaba en sus realizaciones espaciales, materiales
diferentes, maderas quemadas, teñidas, objetos encontrados. A veces con unos
cartuchos y unos tableros recortados geométricamente, podía hacer surgir una
serie de evocaciones, con un contenido claro de crítica política social. En
aquel mismo año marchó a Barcelona. En Valladolid, el carácter muy de
vanguardia de sus realizaciones artísticas le hacía aún difícil la
supervivencia. En Cataluña logró con facilidad situarse artísticamente.
Una
de sus grandes hitos ha sido el de hacer resurgir viejos procedimientos de
alfarería. Algunas de sus obras están realizadas con una técnica cercana a lo
que fue la cerámica negra castellana de Quintana Redonda. José Noriega para
obtener este color negro en la pieza, cuece el barro en una atmósfera
reductora.
Al
usar este material escultórico, cerámica, lo que ha pretendido Noriega, no ha
sido ensayar caprichosamente una materia distinta, sino ofrecer una alternativa
plástica contemporánea a un procedimiento de cerámica popular. Y es que a este
escultor le preocupan también cuestiones artístico-sociales, como por ejemplo
la pérdida de la utilidad en la tipología, hasta hace poco actual, de la
cerámica popular. Y además con la transmisión de usos y costumbres de las zonas
urbanas a las rurales, se observa que es necesario adaptar la tipología de la
cerámica popular rural a otra de tipo urbano. Botijos, pucheros y cántaros,
como tales formas, no tienen ya posibilidad funcional en un mundo
industrializado. No es alternativa válida, sobre todo en sentido económico,
transformar estos objetos, en elementos de contemplación para una minoría. Este
cambio de uso no podrá hacer subsistir a esta industria popular, cuyo
desarrollo económico necesita la existencia de una demanda, originada por el
desgaste y rotura de estos frágiles objetos, por el uso normal para el que
están concebidos. Harán falta pues alternativas creadoras y válidas para que
estas industrias sigan subsistiendo y manteniendo en la forma que les es propia
el foco de comunitarismo regional. Porque sea, o no sea, romántica la idea de
concebir el arte anónimo popular como una expresión de impulsos vitales
colectivos, creo que es necesario salvaguardar económicamente para Castilla, el
que parte de su historia pueda seguir siendo cocida y explicada en barro, como
hasta ahora han venido haciendo los alfares castellanos.
Ha
impartido diferentes conferencias sobre temas relacionados con la escultura y
la cerámica: en 1973 en el Colegio Universitario de Málaga. En 1975 en la
Escuela del Profesorado de Tarragona. En 1976 en la Escuela del Profesorado de
Barcelona. En 1979 en la Caja de Ahorros Provincial de Valladolid. También
participó en la mesa redonda “Portillo, Alfares de Hoy”, convocado por la Caja
de Ahorros Provincial de Valladolid en 1979.
En
1976 participa en la Exposición de Cerámica Mural en el Palacio de la Virreina,
Barcelona; asimismo ese mismo año consiguió el Premio Nacional de Cerámica
Mural convocada por la Fundación General Mediterránea, para la realización y
posterior instalación de un mural cerámico en la Autopista del Ebro. Dos años
después obtendrá en los Concursos Nacionales de Valladolid el Primer Premio con
una pieza de cerámica titulada Castilla.
“Exiliado”
voluntario en El Molino de secano de Velliza aprovecha su taller de grabado
para emprender una infatigable labor editorial. Funda y dirige desde 1992 la
Editorial El Gato Gris Ediciones de Poesía. Relevantes poetas, pintores,
grabadores, fotógrafos y arquitectos han colaborado con José Noriega en su
proyecto editorial, a estas alturas, reconocido como uno de los más singulares
de los últimos años en el panorama editorial español. La Biblioteca Nacional,
el Instituto Cervantes de Nueva York y el Institut Ramón Llull, han
seleccionado y expuesto sus trabajos. La producción de El Gato Gris se ha
presentado en museos e instituciones, entre otros: el MACBA, Patio Herreriano,
Fundación Pilar y Joan Miró, Círculo de Bellas Artes, Fundación Joan Brossa,
Museo Esteban Vicente, Centro eLEA. Participa en el “Encuentro hispanomexicano
de editores”.
BIBLIOGRAFÍA
- GARCÍA DE WATTENBERG, Eloísa y FALCÓN RODRÍGO, Jesús (dir.): La escultura contemporánea en Valladolid, Museo Nacional de Escultura, Valladolid, 1980.
- LÓPEZ ANTUÑANO, José Gabriel: Valladolid, arte y cultura: Guía cultural de Valladolid y su provincia (2 tomos), Diputación de Valladolid, Valladolid, 1998.
- ORTEGA COCA, María Teresa: Concursos nacionales de pintura y escultura de Valladolid, Caja de Ahorros Provincial Valladolid, Valladolid, 1981.
No hay comentarios:
Publicar un comentario