Título: Ecce Homo
Autor: Francisco Alonso de los Ríos (atrib.)
Año: Hacia 1638
Material: Madera policromada
Medidas: 162 cm
Lugar donde se encuentra: Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid
Ecce Homo, “He aquí el hombre”. Así parece presentársenos este humilde y sufriente Cristo que es exhibido al pueblo por Pilatos. De tamaño natural, aparece de pie en ligero contrapposto con las manos cruzadas sobre el pecho y la cabeza elevada mirando suplicante hacia los cielos con sus ojos de tapilla vítrea. Su cuerpo, de anatomía magra, naturalista y perfectamente trabajada, va tapado tan solo por un paño de pureza de quebrados pliegues y una clámide roja que le cubre la espalda. En la frente se aprecian unos regueros de sangre provocados por la incisión en la piel de las espinas de la corona de espino natural con la que va tocada su cabeza, mientras que el torso presenta latigazos y los codos y rodillas están despellejados.
La imagen, que recibía culto en un altar situado a la izquierda del altar mayor de la iglesia de San Juan de Letrán –su procedencia original habría que buscarla en alguno de los conventos existentes en el ámbito del Campo Grande–, fue atribuida por Urrea a Francisco Alonso de los Ríos (ca.1585-1660), uno de los mejores contemporáneos de Gregorio Fernández (1576-1636), en base a la aparición de sus característicos pliegues en ambas prendas y a la similitud que ofrece el trabajo de la cabellera y barba con el San Andrés realizado por el escultor en 1638. También asignada al mismo escultor, existe una réplica (h. 1641) con ligeras variantes conservada en el Museo Nacional de Escultura que procede del Convento de San Nicolás de Tolentino de Agustinos Recoletos y que actualmente forma parte del “paso” Preparativos para la Crucifixión (Juan de Ávila, 1678-1679). Ambas esculturas, al igual que otras como el Ecce Homo que Andrés de Solanes (ca.1595-1635) labró en 1635 para la Santa Espina, o el Busto de Ecce Homo del Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, son réplicas del Ecce Homo (h. 1612-1613) que Gregorio Fernández talló para don Bernardo de Salcedo, cura de la iglesia de San Nicolás.
Nuestro Ecce Homo, al igual que el otro, ha cumplido funciones procesionales sin haber sido concebido para tal fin. Así, en 1965-1966 participó en la Procesión General en el “paso” de Las Lágrimas de San Pedro junto a dos sayones, y entre 1976 y 2005 fue alumbrado por la Cofradía de las Siete Palabras en la noche del Miércoles Santo en la procesión de Paz y Reconciliación.
El Ecce Homo formando parte del paso de Las Lágrimas de San Pedro en 1965-1966. Foto: Archivo Municipal de Valladolid |
El Ecce Homo durante la Procesión de Paz y Reconciliación que se realizó entre los año 1976-2005 |
BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA MARTÍN, Enrique: Imágenes de Ecce-Homo en Valladolid, Ayuntamiento de Valladolid, 2001.
GONZÁLEZ GARCÍA, Julián Antonio: Semana Santa. Cofradía de Las Siete Palabras. Valladolid, Cofradía de las Siete Palabras, Valladolid, 1998.
URREA FERNÁNDEZ, Jesús: “Un Ecce Homo de Gregorio Fernández”, B.S.A.A., Nº 38, 1972, pp. 554-556.