En las Cortes de Castilla y León se
puede ver hasta el 1 de julio (Lunes a Viernes de 17:00 a 20:00; Sábados,
Domingos y Festivos de 11:00 a 20:00) la exposición “Universo Lis”, la cual
muestra una pequeña parte de la colección permanente del Museo Art Nouveau y
Art Decó – Casa Lis de Salamanca, cuyo edificio contenedor es además otra joya.
La Casa Lis fue en origen un palacete urbano particular que toma su nombre del apellido
del propietario, don Miguel de Lis, un industrial salmantino dueño de una
próspera fábrica de curtidos. De Lis encargó su vivienda al arquitecto Joaquín
de Vargas y Aguirre, quien proyectó este edificio empleando materiales
industriales como el vidrio y el hierro, una novedad en la Salamanca de la
época. Es un ejemplo de residencia burguesa de un comerciante adinerado, culto
y con gran sensibilidad. Sus continuos viajes a París y Bruselas le permiten
adquirir en los grandes almacenes europeos las “novedades” de la moda
imperante. Su buen gusto de nuevo burgués romperá con el provincianismo de la sociedad
salmantina. En los salones de su Casa Lis tuvieron lugar, durante las largas
tardes de invierno, las exhibiciones de los autómatas que había comprado en
París y traía como su mejor regalo a su esposa.
Para su inauguración en 1905, don
Miguel de Lis celebró una gran fiesta en la que invitó a lo más selecto de la
sociedad salmantina, y además encargó a Venancio Gombáu, el mejor fotógrafo de
la época, un reportaje amplio de su nueva casa. Don Miguel es el prototipo de
nuevo rico al que la industria de los cueros le ha permitido prosperar y como
tal necesita que todos sus conciudadanos lo sepan. Los textos de esta entrada pertenecen al folleto de la exposición.
Actualmente da cabida a un museo de
artes decorativas, que abarca principalmente los estilos artísticos Art Nouveau
y Art Déco, situándolo cronológicamente en la última década del siglo XIX con
el auge del Art Nouveau, hasta la II Guerra Mundial. Su singularidad, así como
las colecciones que actualmente custodia, conserva y exhibe, las exposiciones
temporales que muestra y la intensa actividad cultural que acoge han convertido
al Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis en uno de los más visitados de la
comunidad castellanoleonesa, un icono y referente para la región.
La exposición “Universo Lis” se
articula a través de un tema principal, la diversión y el entretenimiento de la
burguesía de la época del Art Nouveau y Art Déco. Para ello se introduce al
visitante en un recorrido a través de las obras de arte que contextualizan la
época distribuido en diferentes espacios:
Interior de la Casa Lis. Fotografía tomada de http://www.idayvueltablogdeviajes.com/2017/09/museo-casa-lis-salamanca.html |
“Y LLEGÓ LA LUZ Y EL COLOR”
Los progresos industriales en el
campo del vidrio desde la mitad del siglo XIX posibilitaron que los grandes
artistas franceses del Art Nouveau como Émile
Gallé (1846-1904) y los vidrieros de la Escuela de Nancy alcanzaran una
elevada calidad artística.
A través de la colección de vidrios
del Museo, se muestra la Escuela de Nancy (1901-1931) fundada por Émile Gallé
en 1901 con la idea de renovar el arte, cuya fuente de inspiración es la
naturaleza. Las piezas que se exhiben corresponden al momento de mayor
producción. Se trata de jarrones, lámparas y otros objetos de vidrio doblado y
grabado con la técnica del ácido fluorhídrico y decorados con motivos
inspirados en la naturaleza, buscando los efectos de la luz. El taller de Émile
Gallé disponía de un gran ventanal con acceso a un jardín botánico. Así, los
artesanos podrían tomar del natural los modelos que luego plasmarían en el
vidrio. El arte japonés supone una gran influencia en los artistas del momento.
Los hermanos Daum siguen la influencia de Gallé representando motivos
de inspiración oriental y la naturaleza con un gran realismo y virtuosismo.
Otro de los artistas pertenecientes a esta escuela aquí expuesto es Richard, con sus paisajes inspirados en
los bosques de Alsacia con castillos al fondo, utilizando la técnica y temática
de la de la Escuela de Nancy.
ÉMILE GALLÉ. Jarrón (h. 1910-1920) |
ÉMILE GALLÉ. Lámpara (h. 1900-1910) |
HERMANOS DAUM. Jarrón (h. 1900) |
RICHARD. Jarrón (h. 1918) |
“EL MEJOR REGALO”
París era el centro de la moda a
mediados del siglo XIX y en torno al barrio de Marais se instalaron los mejores
talleres que se dedicaron a la fabricación de muñecas autómatas que las mujeres
de la alta burguesía exhibían en sus casas como un símbolo de distinción
social. Las principales casas fueron Roullet Decamps, Vichy y Lambert. De todas
ellas podemos apreciar ejemplos en esta exposición.
Roullet
& Decamps. Sin duda una de las empresas francesas
más famosa y productivas. Jean Roullet (1832-1907) es el fundador de esta casa.
Era conocido por sus personajes y animales amaestrados. Se asoció con su yerno
Ernest Decamps (1847-1909) y fabricaron bellísimos autómatas.
Vichy.
Fundada hacia 1860 por Antoine Michel, Henry y Gustave Pierre Vichy. En
términos generales los autómatas de Vichy son mucho más realistas que los de
Lambert. Las cabezas, normalmente de papier maché, se fabricaban para cada
personaje. Vichy se sintió especialmente fascinado por el potencial artístico
de los payasos y de los pierrots.
Leopold
Lambert. Leopold Lambert empezó trabajando para Vichy donde
aprendió las técnicas y los ingenios mecánicos. En la exposición podemos
apreciar algunas de sus creaciones, tales como Marquise, Danseuse y Espagnole,
piezas que se sujetan de pie sobre una base que oculta el mecanismo musical y
realizan movimientos sencillos. Aunque pertenecen a un periodo, entre 1870 y 1900,
y por tanto son producciones más masivas que las de primera época, las cabezas
de Jumeau de extraordinaria belleza y los vestidos suntuosos le dan un carácter
personal a cada pieza.
LAMBERT Y JUMEAU. Española con pandereta (1885-1900) |
ROULLET & DECAMPS Y JUMEAU. Gargantúa (1885-1900) |
LAMBERT Y JUMEAU. Tamborilero (1885-1900) |
“DE VIAJE”
A finales del siglo XIX se producen
en Austria y más concretamente en Viena unas esculturas de pequeño y mediano
formato realizadas de forma artesanal en bronce policromado con el nombre de
“Bronces Viena”.
Los europeos sienten la atracción por
los viajes a los países africanos y asiáticos para conocer el exotismo que
refleja la literatura de la época. De las colonias comienzan a llegar animales
salvajes y se fundan los primeros zoológicos, donde las familias burguesas de
las ciudades pasan las tardes del domingo. El cinematógrafo proyecta
documentales sobre las costumbres y formas de vida de estos países y “Las Mil y Una Noches” se convierte en un
referente literario en todas las tertulias de los cafés vieneses.
Los escultores austriacos como Franz
Bergmann o Carl Kauba consiguieron crear una imagen de marca con la que el
resto de Europa se sintiera atraída por poseer estas pequeñas figuras. Estas
figuras de bronce policromado de pequeño formato obtuvieron un gran éxito, ya
que satisfacían los gustos de la nueva burguesía fascinada por lo exótico
alcanzando un renombre mundial y llegando a venderse con el sello de “Bronces
Viena”.
Caja de Música.Árabe entado en la alfombra (h. 1930) |
FRANZ BERGMANN. Negro en camello (h. 1900) |
FRANZ BERGMANN. Encantadora de serpientes (h. 1900) |
“A LA PLAYA”
A comienzos del siglo XX, Europa
conoce un periodo de paz y un inesperado desarrollo económico. Las clases
sociales enriquecidas patentan una nueva forma de vivir, despreocupada e
inspirada en la consigna de “La vida es bella”.
La Belle Époque se extiende por toda
Europa y se concentra en los veranos en las playas de la Costa Azul. En Cannes
y Biarrtiz se dan cita las estrellas del cine mudo, las bailarinas famosas del
“Music Hall” y las mujeres de los nobles rusos que huyen de la revolución.
En este espacio, se muestran las
poses de las bañistas de la Costa Azul, a través de las “Bellezas del Baño”,
estas pequeñas figuras realizadas en porcelana biscuit, imitando el color y la
textura de la piel, cubiertas con trajes de baño en sedas y tules adornadas con
pelucas de mohair. Los artistas captan el glamour cosmopolita y sofisticado
plasmándolo en estas estatuillas.
Bellezas de Baño (1910) |
“AL TEATRO”
En torno a 1900 París era el centro
cultural que atraía a los artistas. La gente acogía y aplaudía las novedades
del Folies Bergère y del Moulin Rouge. En cuanto al ballet,
seguía anclado en el pasado y sin la popularidad de los otros espectáculos de
la época hasta la aparición en París de la compañía de Ballets Rusos,
capitaneada por Serguei Diáguilev. Desde su llegada a Europa en 1909, los
Ballets Rusos de Diáguilev se convirtieron en el espectáculo del año y en la
compañía de ballet más influyente del siglo XX. Su influencia perdura hasta
nuestros días.
En los años 20 llegaron a Europa
nuevos ritmos como el jazz o el foxtrot que rápidamente ganaron adeptos. El
tango se bailaba en París de la mano de Rodolfo Valentino, Gardel o Piazzola y
el charlestón enloquecía a toda una generación. Todos estos cambios son algunos
de los elementos que sirvieron de inspiración a los escultores de
criselefantinas y que configuraron la demanda de los europeos acaudalados para
adornar sus nuevas casas con estas esculturas.
FREDINAND PREISS. Balancín (h. 1930) |
DEMETRE CHIPARUS. Ayouta (h. 1930) |
OTTO HOFFMANN. Pierrot (h. 1920) |
Uno de los principales escultores de
criselefantinas es Demetre Chiparus. Conocido por sus trabajos de figuras
femeninas y bailarinas, se inspira sobre todo en los ballets rusos de
Diáguilev.
Chiparus representa a una mujer
moderna, emancipada, que viste con libertad. Exquisito y elegante en el
tratamiento de los vestidos, Chiparus consigue mejor que nadie la integración
del bronce y el marfil con una compleja técnica de modelado y fundición a la
cera perdida en sus criselefantinas convirtiéndose en un símbolo del Art Decó.
FERDINAND PREISS. Cabaret (h. 1920) |
DEMETRE CHIPARUS. Cien pliegues (h. 1930) |
“EN LA INTIMIDAD”
Como complemento, se exponen en una
vitrina-tocador los objetos de belleza que se utilizaban en la época, como
frascos de perfume, joyas y abanicos.