Las
iconografías creadas por Gregorio Fernández fueron ampliamente copiadas y
difundidas tras la muerte del gran maestro gallego. Uno de estos copistas fue
el vallisoletano Francisco Díez de Tudanca. Hoy vamos a hablar sobre un Cristo
Yacente que realizó para la localidad segoviana de Martín Muñoz de la Posada.
Este Cristo copia fielmente el modelo ideado por Fernández, si bien su calidad
es muchísimo más baja, algo habitual en este mediocre escultor vallisoletano.
El
24 de mayo de 1653 se concierta con Manuel Izquierdo, vecino de la localidad de
Martín Muñoz de las Posadas, una escultura de “un ssanto Xto. en el
sepulcro como está el del entierro de san pablo desta ciudad". Una vez volvemos a ver el predicamento del
que seguían gozando las esculturas talladas por el gran maestro Gregorio
Fernández, en este caso se trataba del Cristo Yacente que Fernández talló para
el Duque de Lerma hacia 1610, la diferencia de este ejemplar en relación a la
mayoría de los tallados por el gallego es la inclusión en el pecho de un
receptáculo para la Sagrada Cena. Para Fernández de Hoyo es chocante la
persistencia de un modelo tan temprano teniendo en cuenta que la iconografía se
había prodigado en Valladolid e incluso en Segovia, quizás el gusto personal
del comitente fue decisivo.
Yacente tallado por Francisco Díez de Tudanca (1653) |
Yacente tallado por Gregorio Fernández para el Duque de Lerma (h. 1610). Convento de San Pablo. Valladolid |
Yacente tallado por Gregorio Fernández para la Casa Profesa de Madrid. Museo Nacional de Escultura. Valladolid |
El
Yacente de Tudanca mediría seis pies de largo, es decir de tamaño natural.
Debía ser lo más hueco posible “por la conservación
de la madera y ligero para poderse llevar en procesión”. La cabeza estaría “reclinada al lado
derecho según demuestra el acto con su pañete y todas llagas conforme es
costumbre todos o de escultura imitando la anatomía conforme enseña arte”.
El Yacente reposaría sobre una sábana y dos almohadas “que de hacer de
escultura”.
También
se comprometía a tallar la urna en la que se metería el Yacente. Sería de “una tercia de alto
con sus filetes molduras braguetón plinto cartelas gallones piñones piedras
tableros chórcholas diamantes y demás adornos que se acostumbra toda hueca con
su banco donde se han de poner los tornillos que abracen los braceros que han
de ir en los hombros todo con sus tornillos de hierro”. En cada una de las
esquinas se haría un ángel arrodillado “con su cornucopia
estriada con sus hojas y dos cañones para las bolas y dichos ángeles han de ser
de la altura que pude la dicha y con sus ropajes demostrando veneración en el
movimiento”. En el contorno de la urna se esculpiría las cornucopias “que cupieren en ellas
y han de ser como las que llevan en los ángeles”. La urna llevaría “cuatro cebollas y que
asiente que han de ir pintadas en su color como corresponde”.
Por
cuenta de Tudanca correrá también el encarnado de la escultura, así como el
ponerle ojos de cristal “al natural bien lleno
de sangre la sábana de su color y almohadas. La urna toda dorada con toda la
obra de ella y cornucopias para ella”. Los cuatro ángeles irían también “encarnados y
estofados y de sus primaveras bien coloridas las alas a cada cosa lo que le
toca”.
Finalmente,
Tudanca debía de hacer “todos los atributos
de la pasión cada uno por sí, que es cruz, lanza, azotes, corona, clavos,
columna, escalera y demás cosas que pertenezcan a los pasajes de la Pasión del
Señor todo dorado y pintado como requiere”. El escultor se obligaba a tener
todo dispuesto y acabado para el día de Navidad de ese mismo año, cobrando
2.100 reales de vellón. Entre los testigos figura su suegro Francisco Ezquerra.
Correría por cuenta del comitente el llevar la obra a Martín Muñoz de las
Posadas.
La
escultura se conserva en una estancia ubicada entre la entrada de la iglesia y
la iglesia propiamente dicha. Se trata de una imagen que denota un estilo torpe
y muy escasa calidad. Además de ello, su estado de conservación es bastante mal
a pesar de encontrarse restaurado.
BIBLIOGRAFÍA
FERNÁNDEZ
DEL HOYO, María Antonia: “El escultor vallisoletano Francisco Díez de Tudanca
(1616 - ?)”, B.S.A.A., Tomo. L, 1984,
pp. 371-388.
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