La Sala Municipal de las Francesas acoge desde esta
semana y hasta el 27 de agosto la exposición "DISEÑANDO LA REVOLUCIÓN.
CARTELES CUBANOS 1960-1990", la cual reúne casi un centenar de carteles de
la Revolución cubana de la Colección María José Velloso y Luis Posadas.
Como bien explica el folleto de la exposición, dentro
de la Historia del arte en Cuba y sobre todo en los años 60, hay una
manifestación gráfica que no se puede obviar, es el cartel, que ocupa un
espacio fundamental debido a sus conquistas expresivas y conceptuales. Resulta
imprescindible definir el cartel como un anuncio con imágenes de impacto visual
o sarcasmo que invite al transeúnte a mirar y reflexionar sobre lo que se
quiere transmitir, que se imprima un número determinado de veces y se coloca en
lugares públicos con el objetivo de divulgar lo que se anuncia. En ese mismo
orden estético, el artículo apuntará solamente a las obras que han trascendido
por sus valores artísticos a la Historia del arte en Cuba y no a los anuncios
ilustrados que se publicitan como carteles.
La ocupación del diseño gráfico del cartel en Cuba,
con una autentica función social comunicativa para persuadir, exhortar y
sugerir y como género expresivo de manifestación artística floreció con el
triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959. A partir de ese momento en su
codificación visual se le atribuyeron elementos pictóricos y signos gráficos
que reflejaron los nuevos cambios políticos, económicos y sociales.
De esta manera, la revolución cubana intentó
transmitir su ideario a la población de la isla y al mundo entero y la
cartelería representó un instrumento de primer orden. Gracias al cartel podemos
seguir cronológicamente la historia de lo que ha sido considerado como la
última revolución romántica del siglo XX.
La exposición consta de tres capítulos: En el primero
se ilustra la revolución victoriosa, que representa un tiempo de ilusiones y de
luchas. Son carteles beligerantes, combativos y muy directos en su mensaje a la
población. Contienen mensajes que exaltan el proceso productivo y económico de
la revolución. El papel de la mujer en este proceso se plasma en los carteles
de la federación de Mujeres Cubanas (FMC).
En el segundo capítulo nos encontramos con los
carteles de la solidaridad internacional. A mediados de los años sesenta se
celebra en La Habana la Conferencia Tricontinental y Cuba intervine
directamente tanto en los procesos de descolonización como en el apoyo a
movimientos guerrilleros en Asia, África y América Latina: especialmente
destacados son los del Líbano, Namibia, el Frente Polisario, el FSLN de
Nicaragua . A través de la OSPAAAL (Organización de Solidaridad de los Pueblos
de África, Asia y América Latina), institución de carácter internacional
fundado el 12 de enero de 1966 que se opone a la globalización neoliberal y es
favorable a la globalización de los pueblos, se difunden en todo el mundo
carteles ensalzando la lucha popular de estos continentes.
Ya en el tercer apartado, que se encuentra en el coro
bajo del antiguo convento, se presenta una miscelánea de grafismo cubano en el
ámbito cultural: carteles de películas de cine, de exposiciones, documentales
etc.
Estos carteles, que no dejan de traer a la memoria la
riquísima colección producida durante la Guerra Civil española, destaca por sus
innovaciones y por presentar mensajes sintéticos (en alguna ocasión no hay ni
texto) sobre un gran colorido y luminosidad. En ellos no pueden faltar los
rostros de los héroes de la revolución cubana: el Ché Guevara, Fidel Castro y
Camilo Cienfuegos; así como otras figuras míticas del socialismo
latinoamericano como el presidente chileno Salvador Allende, al cual podemos
ver en uno de los carteles, uno de los más interesantes, portando un rifle.
También cabe señalar que hay determinados carteles que no dejan sino de
recordar a alguno de los grandes artistas del siglo XX, así podremos ver uno en
el que figura un personaje con bigotes "a lo Dalí", y en otro la
figura de un "crucificado" sobre un signo del dolar que viene a ser
una copia del Crucificado de Dalí.
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