En el hall principal de
la facultad de Filosofía y Letras se desarrolla desde finales del mes de
septiembre una exposición, dedicada al escultor vallisoletano Eduardo Cuadrado,
con motivo del inicio de la nueva temporada de la actividad cultural llamada
“Los Jueves de Letras”. No es la primera exposición organizada por “Los
Jueves”, recordad si no la dedicada a la escultora Belén González a principios
de este mismo año. He decidido dedicarle una entrada en el blog no solo porque
la exposición se desarrolle en la facultad en la que estudio, sino también
porque Eduardo Cuadrado es uno de mis escultores contemporáneos preferidos.
Eduardo Cuadrado se formó como artista en centros privados y en la Escuela de Artes
Aplicadas y Oficios Artísticos de Valladolid. Dedica su trabajo creativo casi
con exclusividad –también ocasionalmente ha practicado la pintura, la fotografía
y la producción multimedia– a la práctica de una escultura en la que predomina
el uso del metal, la fibra de vidrio, el poliéster y el plástico. Actualmente
es uno de los artistas más significativos de Castilla y León, habiendo ganado
en 1997 la Medalla de Oro, Trofeo Internacional Lorenzo el Magnífico, en la I Bienal Internacional de Florencia.
Su carrera como
escultor comenzó con una serie de formas abstractas geométricas realizadas en metal
y materiales sintéticos. Desde 1980, año de su primera exposición Al otro lado de las ventanas, celebrada
en la Caja de Ahorros Provincial de Valladolid, inicia un giro progresivo hacia
lo figurativo y conceptual mediante la creación de un universo personal poblado
de seres y objetos –ventanas– que en su carácter tenebroso y desechable, al
modo del Dadá, sugieren e introducen
al espectador en una atmósfera onírica y opresiva, misteriosa y a la par
miserable. El primer paso hacia lo conceptual lo constituyeron sus muñecas,
entre portadores de misterio, ansiedad, temores y sueños, o sus ventanas,
abiertas unas veces a una eternidad negra, y repletas otras de objetos de
desecho al modo de dadá.
Su obra evolucionó en
una línea de expresionismo simbólico que parece inspirarse en los resultados de
una catástrofe nuclear. Son figuras oscuras, torturadas, de ásperas texturas
que portan objetos cotidianos deteriorados por un largo uso, transmiten un
sentido positivo desde el punto de vista ético y sentimental o desde el propio
compromiso social y sentimental o desde el propio compromiso social de su
autor. Se trata de despojos de una civilización concebidos en una clave
romántica que hunde sus raíces en los terrores del gótico europeo, más allá de
los seres miserables retratados del barroco y del expresionismo de las primeras
vanguardias. Estas esculturas poseen un grado límite de terribilidad, que en
algunas ocasiones se han podido clasificar como de arte pop, arte pobre, o
también de nuevo realismo. Con todo
ello podría haber numerosas concomitancias, pero también grandes diferencias. Estas
piezas asimismo tienen ciertas similitudes con los personajes de pesadilla de
la escultora alemana Germaine Richier, y en alguna menor medida con las realizadas
por el estadounidense George Segal.
Germaine Richier. Storm Man (1947) |
George Segal. The Holocaust (1982) |
La constante temática
en su obra es el ser humano, pero en el grado extremo de pobreza, decadencia
física y soledad. Ahora bien, este escultor parece preocuparse aún más de la
corteza externa que del hombre en sí. Estos parlantes y expresivos atuendos,
mugrientos y ásperos, enciscados de pavesas y telas de araña, son también
verdaderos protagonistas.
Las piezas de la
exposición se engloban dentro del periodo expresionista abstracto, mostrándonos
a lo largo del hall principal de la facultad unos seres partidos oxidados,
negruzcos como por humo rancio de hogares que malcalentaron en tiempos a un
cuarto mundo rural. Anteriormente algunas de estas piezas, y otras más,
formaron parte de otras exposiciones, como fue la titulada Homo y Espantajo en la Sala de Exposiciones del Palacio de Pimentel
(1994), o Náufragos en la Estación
del Norte de Valladolid (1997).
SI TE INTERESA ESTA ENTRADA, CONTINÚA EN:
El ESCULTOR EDUARDO CUADRADO II: Esculturas urbanas en la ciudad de Valladolid
BIBLIOGRAFÍA
- GARCÍA VEGA, Blanca: ... Personajes / Eduardo Cuadrado, Diputación de Valladolid, Valladolid, 1999.
- LÓPEZ ANTUÑANO, José Gabriel (coord.): Valladolid, arte y cultura: Guía cultural de Valladolid y su provincia. Libro II, Diputación de Valladolid, Valladolid, 1998.
- ORTEGA COCA, Teresa: Valladolid escultura: (altres conceptes), setembre 1997, Palau Marc, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 1997.
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