Empezamos el 2015 con un interesante pintor, aunque con escaso catálogo. Una verdadera pena porque me atrae bastante. Mario Viano Provedo nació en Valencia en el año 1861. Fue discípulo aventajado de Martí y Monsó en la Escuela de Bellas
Artes de Valladolid, en cuyos concursos anuales obtuvo repetidos premios. Hizo
primeramente obras de carácter costumbrista o anecdótico (El afinador de pianos), dedicándose después a un tipo de pintura de
inspiración literaria o histórica, sin abandonar definitivamente sus cuadros de
figuras populares, como sus encantadoras Chulas.
Practicó igualmente la pintura decorativa en colaboración con Julio Alfaro.
Posteriormente abandonó la pintura para dedicarse a su carrera de leyes.
Don Quijote |
En el Concurso de la Academia
del año 1876, su primer año en dicho centro, obtuvo
un accésit por su obra titulada La celda de un fraile franciscano.
En los concursos de 1878 y 1880 consiguió el primer premio por sus óleos El
afinador de pianos y La fiesta del barrio. El primero,
aunque algo torpe de dibujo, resulta grato por su colorido y el intimismo de la
escena, recordando por su estilo a los cuadros de género de su maestro Martí.
Más interesante es La fiesta del barrio, igualmente conservado en la Academia
vallisoletana, curioso lienzo de costumbres populares, muy vistoso de colorido
y de composición bien resuelta. Ambas pinturas, de muy discreta factura, ponen
de manifiesto las medianas dotes de su autor, artista voluntarioso pero sin
excesivos méritos. En 1881 obtuvo premio de segunda clase en el Concurso de la
Academia por su óleo Don Quijote (parte 1ª capítulo 18),
y al año siguiente de primera clase por su cuadro La Paca. En el certamen
de 1883 presentó fuera de concurso, al haber obtenido ya tres premios
consecutivamente, al que iba a ser su obra más ambiciosa, Mesalina y Silio, un
cuadro de historia, de gran tamaño y complicado asunto, que causó gran
impresión al público y a la crítica, mereciendo la recompensa especial del
jurado consistente en una medalla de plata. Figuró también en el mismo concurso
con una composición soldadesca titulada Post nubila Foebus (después de la
tormenta sale el sol). En las crónicas de la prensa local de estos años se
elogiaban continuamente sus cuadros de “chulas”, destacando la que presentó en
la exposición de la Sociedad de Acuarelistas vallisoletanos en 1886, titulada Ascensión.
Celda de un fraile franciscano |
Dos
años antes, y en colaboración con su amigo y condiscípulo de la Escuela Julio
Alfaro, decoró el techo del Salón del teatro Zorrilla de Valladolid. Posteriormente
relegó el cultivo de la pintura al ocuparse de otras actividades, ya que fue un
hombre polifacético, pues además de pintor, fue abogado, periodista, profesor
de academia preparatoria, músico, barítono, políglota y escultor. Falleció en
Valladolid el 1 de noviembre de 1931.
La
Paca
1,45 x 0,90 m. Firmado:
M. Viani/1882. Valladolid. Real Academia de Bellas Artes
Pintó Viani este
lienzo para presentarlo al concurso académico de 1882 y con él consiguió la
primera distinción. Se aprecia la influencia de su maestro Martí y Monsó
–recuérdese su Vendedora de flores del
Retiro (1878)– y su interés por reflejar los tipos populares como había ya
demostrado Viani en 1880 al pintar su Fiesta
del barrio (Valladolid. Real Academia). Incluso sus cuadros y acuarelas con
el tema de “chulas” tuvieron una gran aceptación por su chispeante frescura de
color y por el desenfado de sus protagonistas conocidas por sus rumbosos paseos
por las aceras de San Francisco y Recoletos.
El afinador de pianos
0,65 x 0,52 m. Firmado:
Viani. Valladolid. Real Academia de Bellas Artes
El autor contaba
sólo 17 años y obtuvo con este cuadro el primer premio en el concurso celebrado
por la Real Academia el año 1878. A pesar de su corta experiencia y sin saber
si se inspira o no en algún fotograbado de revista española del momento, no se
le pueden descubrir excesivos defectos.
Reproducciones
coloreadas de cuadros originales de Murillo y Rosales revelan probablemente la
admiración sentida por Viani hacia estos maestros en ese momento. Los restantes
detalles y la naturalidad de las figuras expresan un ambiente típico de la
pequeña burguesía decimonónica.
La fiesta del barrio
0,49
x 0,60 m. Firmado: M. Viani/Valladolid 1880. Valladolid. Real Academia
Con
este cuadro obtuvo el primer premio en el concurso convocado por la Academia en
1880. Se trata de una interesante y muy bien resuelta pintura de costumbres en
la que las figurillas se mueven con gracia y facilidad dejando también de
manifiesto sus buenas dotes de observación.
Mesalina
y Silio
2
x 2,60 m. Firmado: M. Viani/Valladolid 1883. Valladolid. Real Academia
Presentando
por su autor fuera de concurso al certamen de 1883. Se trata de su obra más
ambiciosa y con la que se adhiere a la corriente pictórica historicista.
Representa a Valeria Mesalina (h.15-48), esposa del emperador Claudio, famosa
por su temperamento cruel y apasionado, acompañada del joven Silio, de quien se
enamoró y con el que se casó en ausencia de Claudio, colmándole de riquezas y
nombrándole cónsul del Imperio.
Composición
atrevida tanto por el tema como por su resolución en medio de un paisaje de
factura muy libre. El cuadro causó sensación y fue muy alabado por la crítica,
mereciendo también una recompensa especial del jurado.
BIBLIOGRAFÍA
- BRASAS EGIDO, José Carlos: La pintura del siglo XIX en Valladolid, Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1982.
- OSSORIO Y BERNARD, Manuel: Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, 1883-1884.
- URREA, Jesús: La Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Caja de Ahorros Popular de Valladolid, Valladolid, 1984.
- URREA, Jesús: Pintores vallisoletanos del siglo XIX, Caja de Ahorros Popular de Valladolid, Valladolid, 1987.
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