Estas pinturas murales
proceden del interior de la iglesia del convento de San Pablo de Peñafiel, en
origen de la orden dominica. Se encontraron sobre el muro occidental de la nave
del Evangelio, al lado de unas pinturas murales con respecto a las cuales deben
de ser más o menos contemporáneas e, incluso, del mismo autor, si bien son una
obra distinta. Se descubrieron en torno a 1930 debido al empeño de los
pasionistas que en la actualidad viven en la casa que culminó con el
descubrimiento de pinturas murales en distintos puntos de la iglesia y del
convento.
Las presentes pinturas
murales se encontraron encaladas y condenadas por la fábrica de una escalera de
madera de acceso al coro en alto a los pies de la iglesia y, a pesar de un
informe que aconsejaba su conservación in situ, se arrancaron del muro en 1940
por parte de Ramón Gudiol a iniciativa de la Diputación Provincial de
Valladolid, que determinó su traslado al Museo de Valladolid, en el que se
encuentran en la actualidad. Su estado de conservación es precario debido al brusco
arranque que sufrieron, con deformaciones de su superficie pictórica que se
acusan más en el mural inmediato, así como a la escasa adherencia de la
película pictórica a su nuevo soporte de lienzo.
En estas pinturas se
desarrolla un ciclo de la vida de Santa María Magdalena con escenas en dos
registros sobre fondos estrellados alternativamente azules y rojos. Las escenas
se disponen en torno a una representación principal, Santa María Magdalena con la donante, que comprende la altura de
los dos registros y destaca, asimismo, por albergar a estas figuras dentro de
un arco apuntado de intradós trilobulado. Se representan sobre fondo estrellado
de color rojo. La santa, de pie, cubierta con una toca, sostiene en su mano izquierda
un vaso de perfumes. La donante, de rodillas a sus pies, de menor tamaño que
presenta una rica indumentaria. La distribución de las escenas a los lados de
esta representación principal, delimitadas por bandas con estilizaciones
vegetales en negro, es irregular. A la izquierda (derecha de la santa)
encontramos dos escenas, mientras que a la derecha (izquierda de la santa)
encontramos cuatro escenas, de más anchura las dos del extremo de la derecha.
Ocupa la parte inferior de estas pinturas murales una decoración a manera de
arrimadero con una imitación de paños rojos pendientes.
Las escenas de la
izquierda se refieren a la vida de Santa María Magdalena en relación con
Cristo: Comida en casa de Simón el
leproso (registro superior) y Aparición
de Cristo a la Magdalena (registro inferior). Destacan en la Comida en casa de Simón el leproso los
gestos de sorpresa o de disputa que los individuos que se disponen en torno a
Cristo, que justifica su consentimiento para con la acción de María Magdalena,
y en la Aparición de Cristo a la
Magdalena la representación del sepulcro, abierto y vacío, junto a Cristo
resucitado, que porta, aunque apenas se reconoce, la cruz como señal de su
victoria sobre la muerte.
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Comida en casa de Simón el leproso |
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Aparición de Cristo a la Magdalena |
Las escenas de la derecha se refieren a la vida de
Santa María Magdalena como eremita: Éxtasis
de Santa María Magdalena (registro superior) (únicamente se reconoce sobre
un paisaje rocoso a los ángeles, en número de cuatro, que durante su retiro
arrebataban a María Magdalena al cielo a las horas canónicas para escuchar a
los coros celestiales, pues nada subsiste de la figura de la santa) y Última comunión de Santa María Magdalena
(registro inferior) (María Magdalena, llevada hasta Aix-en-Provence por
ángeles, recibe la comunión, sabedora de su inmediata muerte, de manos del
obispo San Maximino, su guía espiritual).
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Éxtasis de Santa María Magdalena |
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Última oomunión de Santa María Magdalena |
Sobre la banda que delimita estas dos
escenas por la parte de la derecha se dispone de manera poco convencional el
eremita que, según su biografía contempló admirado su éxtasis y anunció a San
Maximino la inmediata visita de la santa. Las escenas del extremo de la
derecha, finalmente, son más problemáticas: Peregrinación
del gobernador de Marsella (registro superior), que debería de preceder a
las escenas de Santa María Magdalena como eremita, y escena sin identificar
(registro inferior). Se reconoce, a la derecha, una figura masculina nimbada de
pie, en severa disposición frontal, con una especie de orbe o de disco en su
mano izquierda, y, a la izquierda, una figura femenina orante en la parte
superior y un sarcófago en la parte inferior.
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Peregrinación del gobernador de Marsella |
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Escena sin identificar |
Consideradas siempre
como un ejemplo característico del estilo gótico lineal, Post propone para las
mismas una cronología posterior a 1320, fecha de fundación del convento de San
Pablo de Peñafiel. Las características de la moda representada en estas
pinturas sitúan su ejecución a partir del segundo tercio del siglo XIV. Ciertas
características que preludian aspectos del estilo gótico lineal tardío como la
tendencia al recargamiento ornamental en la indumentaria de la donante de este
mural invitan a proponer una cronología de hacia 1360-1380.
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BIBLIOGRAFÍA
- GUTIÉRREZ BAÑOS, Fernando: Aportación al
estudio de la pintura de estilo gótico lineal en Castilla y León: precisiones
cronológicas y corpus de pintura mural y sobre tabla (2 tomos), Fundación
Universitaria Española, Madrid, 2005.
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